Universidad Católica es una cuna de futbolistas en el fútbol chileno. No todos tienen la oportunidad de debutar y hacerse de un lugar en San Carlos de Apoquindo, pero sí salen a otros clubes a nivel local para intentar dar la vuelta larga. Un caso de aquellos es el de Carlos Julio, arquero de 30 años, formado en la precordillera y que tiene un largo periplo en clubes como Lota Schwager, Fernández Vial, Deportes Vallenar, Municipal Mejillones e Independiente de Cauquenes, club donde jugó en la última temporada.
"Me siento identificado con Universidad Católica, la quiero mucho. Hasta el día de hoy vuelvo al club y me siguen reconociendo, saludando. Sigo teniendo comunicación con ex compañeros. Compartí mucho con Enzo Roco, Claudio Sepúlveda, Pablo Corral, así como tantos en Católica, como en la selección. Agradecido de Mario Lepe, el profe 'Tuto' Astudillo, el mismo Iván Contreras que es el jefe de la carrera INAF de los arqueros", expresó en conversación con En Cancha.
El golero se refirió a la gran cantidad de jugadores que forma la UC en su puesto: "Es conocido que es una cuna de buenos arqueros, desde muchos años antes. Cuando comenzó Toselli. Nacho Hasbún, Fabi Cerda, 'Chila' (Gonzalo) Mall, Claudio Santis, salí yo. Estuvo Paulo (Garcés) con (Cristopher) Toselli, que eran los puntales. Ahora salió salió (Vicente) Bernedo, Álvaro Ogalde, son muchos arqueros que se les fueron dando oportunidades. Sabemos que es un sólo club y termina jugando uno".
En ese aspecto, se mostró conforme con su decisión de partir de "La Franja": "No me arrepiento de tomar la decisión de dar la vuelta la larga. A algunos les resulta, a algunos no, pero son pocos los que dan el salto en el club mismo".
Su presente: entre la Segunda División y la minería
El arquero en la última temporada jugó en Independiente de Cauquenes. Por el receso de la Segunda División, que generalmente se desarrolla entre marzo y fines de septiembre, alterna en su trabajo como futbolista y también como operario de camiones de alto tonelaje en la Compañía Minera Guanaco: "Soy operador de maquinaria pesada, trabajo en la minería 7x7. En el norte sabemos que las lucas están ahí, estoy con buen sueldo, buenos seguros de vida para mí y mi familia".
Julio, que está radicado en Vallenar, donde logró ser referente y capitán del club de la ciudad, comenta que su trabajo tiene dificultades, pero también le da facilidades para seguir en el deporte: "Es un poco sacrificado, pero tienes siete días de descanso. Hoy en día la minería se ha preocupado mucho de sus trabajadores. En el campamento tengo gimnasio, tengo cancha donde puedo seguir haciendo mis trabajos. Cuando estoy en la casa, sigo entrenando en la ciudad, gimnasio, todo el tema".
El futbolista asegura que muchos de sus colegas de la categoría cuelgan los botines, debido a las grandes lagunas de inactividad competitiva que desemboca en que los clubes realicen contratos por meses: "Muchos jugadores se terminan aburriendo de la división, porque encuentran un trabajo con un buen pasar. Hay hijos involucrados, uno tiene que velar por ellos, la minería da esas posibilidades, pero uno quiere estar donde más le gusta que es una cancha".
A la espera de una buena oferta mientras medita en la posibilidad del retiro
El jugador nacido en la UC espera continuar su carrera profesional, pero también ya piensa en la opción de colgar los guantes: "En Segunda División, si no es una buena oferta no la voy a tomar. Siempre dije que al único equipo que no le diría que no es Vallenar, por el cariño que le tengo, porque me radiqué en esa ciudad, no siendo de ahí. Es al único que no le diría que no, con los demás habrá que sentarse a conversar y si no se da una buena oportunidad, hay que seguir con la vida, el fútbol no es para siempre y eso lo tenemos más que claro".
No obstante, tampoco pierde las esperanzas: "Con esa cuota de fe de que pueda aparecer un equipo en Primera B de repente o alguna buena oferta, para eso hay que seguir trabajando, vigente a la profesión que tenemos".
Estos meses serán claves, ya que definirá si continúa como operario de maquinaria pesada en la minería o se embarca en un nuevo desafío en el fútbol: "Estoy trabajando bien, este trabajo me permite darle bienestar a mi familia incluso mucho mejor que estando en el fútbol. Es importante esa tranquilidad, hay que sentarse a conversar, cualquier decisión será pensando en ellos y pensando en la oferta que me vaya a llegar".
"Hay que seguir trabajando y esperando con fe que sea una propuesta más allá de lo económico, que sea seria, pensando en el futuro, que tenga claro que no solo va a ser solo un año por seguir jugando por jugar, y después volver a empezar de cero, que sea un proyecto serio que me asegure que haciendo las cosas pueda seguir alargando mi carrera mucho más", cerró.