Es una de esas historias de vida que cada tanto en tanto entrega el fútbol. Un historia de redención, por supuesto, que tiene como involucrado a un subcampeón del mundo con la Selección Argentina que jugó en Santiago Wanderers y debió partir tras un doping positivo por cocaína y que el pasado fin de semana, fue el entrenador del primer equipo de Independiente, tras asumir de manera interina el banco que dejó vacante Leandro Stilitano, exayudante de Gustavo Quinteros en Colo Colo.
Pedro Damián Monzón es el nombre del exfutbolista argentino de 61 años, que ayer se sentó como entrenador del “Rojo” en el triunfo 3-0 contra Bolívar en la Copa Argentina. El exdefensa central se encontraba trabajando como ayudante técnico en el cuadro de Avellaneda y ante la urgencia por la salida de Stilitano, se sentó y con éxito.
“Tengo 61 años y las decisiones las pienso con más calma que hace 20 años. Las ganas las tengo como siempre, pero no depende de mí, sino de los dirigentes”, dijo “Moncho” una vez finalizado el partido por Copa, tras el cual la directiva de Independiente lo ratificó, al menos, para el partido del sábado contra San Lorenzo, ya por la Primera División de Argentina.
De acuerdo a lo que señala “Olé”, por ahora son varios los candidatos para quedarse con la cabina técnica de Independiente, entre los cuales Ricardo Zielinski es quien está más cerca, aunque aún sin un acuerdo concreto. Otros nombres siguen en pelea, pero ninguno convence a la comisión directiva, por lo que no es decartable que Monzón siga, especialmente si vence al “Cuervo”.
Subcampeón del mundo y un triste paso por Santiago Wanderers
Lo cierto es que Pedro Monzón podría tener la gran oportunidad de su vida como entrenador, donde ha tenido una diliatada trayectoria, pero sin mayores éxitos. Ha dirigido básicamente en el ascenso de Argentina y en el 2004 ya tuvo un interinato en el “Rojo”.
Como jugador, su experiencia es también muy extensa. Se formó en el equipo de Avellaneda vistió las casacas de Unión de Santa Fe, Huracán, Quilmes y Atlético Tucumán en su país, además de Barcelona de Ecuador, Alianza Lima de Perú y Santiago Wanderers de Chile.
Su mejor momento lo vivió en la Selección Argentina en 1990, donde jugó cuatro partidos en el Mundial de Italia e hizo un gol en la igualdad 1-1 ante Rumania en la fase de grupos. Fue titular en la final contra Alemania (derrota 0-1) y arrastra el triste récord de ser el primer futbolista expulsado en una final.
Ya en el final de su carrera y con 34 años, Monzón tendría su tercera experiencia en Chile. En el segundo semestre de 1996 y bajo la presidencia de Reinaldo Sánchez, se transformó en refuerzo “Caturro” para la segunda rueda.
Rápidamente agarró camiseta de titular y tuvo algunas buenas actuaciones. Sin embargo, solo un par de meses duró su estadía en Valparaíso, ya que fue despedido del club tras dar positivo de doping por cocaína. Ese episodio puso punto final a su carrera.
27 años después, Monzón se enfrenta a una chance relevante. La banca del club de toda su vida, lo espera. Un triunfo el próximo sábado ante San Lorenzo le abriría las puertas para una impensada chance a sus más de seis décadas de vida.