Esta jueves, Reinaldo Sánchez dio un paso importantísimo y adquirió la compra del porcentaje mayoritario (60%) de las acciones de Santiago Wanderers. Su equipo jurídico estuvo reunido con representantes del cuadro porteño en la notaría Rehbein de Viña del Mar, para afinar los detalles finales de la operación.
Pese a que Nicolás Ibáñez tenía dos ofertas de capitales mexicanos para adquirir el elenco porteño, el empresario terminó inclinándose por el ofrecimiento del expresidente de la ANFP, quien regresará al club después de 20 años.
Primera medida: No seguirá Emiliano Astorga
Una de las primeras medidas que implementará Reinaldo Sánchez cuando se confirme su llegada al cuadro porteño será el despido del entrenador Emiliano Astorga. El actual estratega porteño no ha obtenido los resultados esperados y el conglomerado Sánchez buscará gente de su confianza.
En este orden, podría haber una sorpresa importante, ya que dos nombres que gustan al histórico dirigente son viejos conocidos que integraron el plantel campeón del 2001, que Sánchez conformó antes de tomar el mando de la ANFP. Se trata de Moisés Villarroel, actual jefe del fútbol joven del Decano, y Héctor Robles, quien hace poco partió del cuadro porteño, y actualmente está en Deportes Antofagasta.
En materia de contrataciones, anoche se habría bajado el nombre de Jorge Luna, uno de los jugadores que se daba como prácticamente hecho.
En lo administrativo, Sánchez ya trabaja en la búsqueda de un equipo asesor que lo ayude en la dura misión de levantar deportivamente al Decano. En materia económica, el diagnóstico es que la situación no es mala.
Con todo esto, se descartaría el ingreso de un conglomerado mexicano, tal como se especuló en las últimas horas, aunque mientras no exista una firma definitiva, cualquier cosa podría pasar en Valparaíso.
La llegada de Reinaldo Sánchez a Santiago Wanderers ha generado división al interior de los hinchas caturros. Por un lado, hay fanáticos que no perdonan sus últimos años en el club, que dieron paso a la quiebra y posterior concesión del club a la actual sociedad anónima. Otros esperan que el empresario de 76 años pueda repetir los logros deportivos que llevaron a Santiago Wanderers a lo más alto en 2001.
