Con apenas 12 años de vida, Deportes Limache ya es de Primera División. Los Tomateros dieron el tercer y último batacazo en la Liguilla de Primera B para vencer a Rangers por penales y así conseguir el primer ascenso de su historia.
El desafío para la escuadra de Víctor Rivero será ahora tratar de armar un plantel competitivo que les permita ser competitivos en el Campeonato Nacional y evitar un descenso inmediato, pero también hay otro asunto que deben resolver: el estadio en el qué serán locales.
¿Podrá ser local Limache en el estadio de su ciudad?
La próxima temporada será complicada en el tema estadios. Por el venidero Mundial Sub-20, cuatro recintos tendrán que cerrar sus puertas durante distintos períodos de tiempo: el Estadio Nacional, el Elías Figueroa de Valparaíso, El Teniente de Rancagua y el Fiscal de Talca serán sedes y sufrirán remodelaciones, complicando a los equipos que hacen de local en ellos, incluyendo a Universidad de Chile.
Limache no tiene ese inconveniente porque simplemente no ha estado usado el recinto que se supone le corresponde. Este año fueron locales en el Nicolás Chahuán de La Calera, pero quieren que eso cambie para mudarse al estadio de su ciudad. ¿El problema? El Ángel Navarrete Candia y su aforo para 3 mil personas ni siquiera le alcanzaba para la Primera B, y ni hablar de Primera División.
“La tarea número uno que tienen ahora es poder arreglarlo como corresponde, para que nos den la pasada para jugar en Primera”, había adelantado César Villegas, el presidente del club, que ya ha tenido reuniones con el municipio local.
Según los plazos que se manejan en Limache, cualquier tipo de arreglo para dejar el Navarrete Candia con estándares para Primera División no les permitirá arrancar la temporada jugando de local en su estadio, por lo que se da casi por descontado que La Calera seguirá recibiéndolos al menos por un tiempo, hasta que puedan mudarse.
Eso es un paso, pero el otro muy distinto es dónde hacer los partidos de alta convocatoria, sobre todo aquellos contra Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica. Se da casi por descontado que incluso con la “manita de gato”, el estadio de Limache no está en condiciones de recibir a los tres grandes.
Este año en Primera, el recinto más chico en cuanto a aforo fue el Municipal de La Cisterna, con capacidad para 6 mil personas. Fuera de Santiago, el más pequeño fue el Luis Valenzuela Hermosila de Copiapó (8.600).
En Limache dan esto casi por asumido, así que el objetivo es poder ser local la mayor cantidad de partidos posibles, excluyendo a los gigantes de la capital, contra quienes casi de seguro tendrán que volver a trasladarse hasta Calera, o algún otro estadio de la Quinta Región si es que así lo determinan las autoridades locales.
