A Cobreloa le terminó pesando la excesiva cantidad de goles que recibió durante la primera rueda, ya que el descenso se consumó netamente por diferencia de goles, debido a los 62 tantos en contra que sufrieron durante la temporada. Esto prácticamente terminó siendo como una unidad menos para los loínos, en un cierre de temporada que fue fotográfico en la parte baja.
Ese punto lo podrían haber asegurado fechas antes, en el partido ante Ñublense en Calama, disputado el 24 de septiembre. El equipo que entonces aún era dirigido por Dalcio Giovagnoli tenía un hombre más desde el minuto 31 por la expulsión de Jovanny Campusano, y sumado a la complicada situación en la tabla, empujó a los loínos a ir con todo por los tres puntos, sin conformarse con el empate.
Precisamente los naranjas buscaron el gol del triunfo hasta el final, lo que los terminó condenando. El portero Nicolás Avellaneda estaba casi permanentemente en la mitad de la cancha, y fue una jugada en que intentó mandar un balón al área desde el círculo central, que salió la contra fatal de Ñublense y terminó con el gol de Patricio Rubio a los 90+6′. Quizás si Cobreloa aseguraba el empate le habría alcanzado el puntaje para salvarse...