El entretenido duelo entre Unión Española y Ñublense que se jugó la noche del domingo en Santa Laura y que cerró la fecha 6 del Campeonato Nacional de Primera División, dejó bastante paño para cortar durante la semana. Por una parte, un festín de goles, pues los Hispanos se impusieron por 5-3, aunque por otra, en el plano extrafutbolístico, un polémico gesto realizado por el mediocampista de los chillanejos Lorenzo Reyes.
El Lolo se fue expulsado al minuto 82, tras una fuerte entrada sobre su ex compañero Pablo Aránguiz. No hubo mucho que discutir en la tarjeta roja para el ex Betis, sin embargo un gesto que realizó cuando dejaba la cancha dio para la polémica.
Al día siguiente de taparse la nariz con gesto de desagrado, algo que enfureció a los hinchas locales, el mediocampista explicó los hechos en sus redes sociales. Primero, con un largo pataleo sobre la incomprensión de los medios, que según el jugador solo se fijan en lo malo, para después detallar lo sucedido en Independencia.
Reyes explicó que su reacción no fue ni contra los hinchas de Unión Española ni contra el Estadio Santa Laura. “El gesto que hice después de la expulsión fue para los 5 tontitos que empezaron a escupir cuando salía de la cancha. No fue ni al estadio ni a los hinchas, sino a específicamente a esos 5 que estaban escupiéndome (que no se les puede llamar hinchas, son las típicas personas que solo van a hacer daño a los estadios y no a apoyar a su equipo)”, fue el descargo principal del volante.
La publicación de Lorenzo Reyes en que explica su gesto a la galería de Santa Laura
El gesto que recordó a Marcelo Morales en el Superclásico
Van transcurridas seis fechas del Campeonato Nacional de Primera División y lo que se vio anoche en Santa Laura es una copia fiel a lo sucedido el 10 de marzo pasado en el Estadio Monumental.
Universidad de Chile le había recién ganado a Colo Colo en Macul, con lo que rompía una impresionante sequía de 23 años sin triunfos en ese reducto. A la salida de la cancha, el defensor de la U Marcelo Morales le dedicó ese mismo gesto a la barra del Cacique. Como era de esperar, ardió Troya...