Quedan apenas dos fechas para terminar la primera rueda del Campeonato Nacional de Primera División. En un certamen que ha estado muy lejos de destacar por su pulcritud organizativa, el puntero absoluto no deja de llamar la atención, pues muy pocos previeron que, así de entrado el torneo, Cobresal comandara en solitario la Tabla de Posiciones.
Nada que reprocharle al conjunto dirigido técnicamente por Gustavo Huerta. Sólido líder, con 26 unidades, producto de 8 triunfos (uno por secretaría, es cierto), dos empates y tan solo tres derrotas. Está un punto por encima de Huachipato (otra sorpresa) y los tres grandes esperan desde lejos.
En estos momentos, Colo Colo mira a los “Legionarios” a cuatro puntos de distancia, la U a cinco y la UC a siete. Es más, el cuadro de Atacama ya venció al “Cacique” y le arrancó un empate a los “Cruzados” como visita en esta rueda. Pendiente está lo que pueda suceder en la próxima jornada, cuando choque ante los azules.
Pese a la excelente campaña, llama la atención lo postergado que ha sido el conjunto de la Región de Atacama en todos los registros concretos del torneo. Programado un día de semana, a las seis de la tarde, casi sin público en las tribunas y sin televisión principal; un marco poco adecuado para el Superlíder.
Del público de El Salvador, nada qué decir...
Es verdad. El Salvador es un lugar remoto en nuestra geografía y de difícil acceso en todos los sentidos. Tanto en logística, como en traslados y condiciones generales, llegar hasta el Campamento Minero siempre representa un desafío.
Como es habitual, el partido del miércoles ante O’Higgins de Rancagua, el que consolidó a los albinaranjas como punteros exclusivos, fue presenciado por muy pocos hinchas en las tribunas, pero eso en realidad no tiene ninguna otra explicación que la poca gente que vive en El Salvador; y, para esas cantidades, los fanáticos que asisten a El Cobre son bastantes.
Según el Censo de 2017, en El Salvador viven 6.336 habitantes y al duelo ante los rancagüinos asistieron 394 espectadores. Es decir, el 6,2 por ciento de toda la población de la ciudad estuvo anoche en el estadio. Este ejercicio matemático no es nuevo, pero vale la pena recordarlo: en una ciudad como Santiago, por ejemplo, que tiene una población de unos 7 millones de habitantes, se necesitaría una asistencia de 434 mil personas para igualar el porcentaje de los salvadoreños. ¡Aplausos para esos hinchas!
Lo que sí causa escozor es la poca relevancia que se le dio al partido ante los celestes por parte de la organización y de la señal televisiva oficial del torneo. Programado exactamente a la misma hora que el Coquimbo Unido vs Universidad de Chile y relegado a una señal secundaria de TNT Sports, el partido pasó prácticamente inadvertido.
Es cierto que llenar el Estadio El Cobre parece una quimera. Con una capacidad para 11.420 espectadores, casi el doble de lo que vive en el Campamento, se ve muy difícil repetir lo que ocurrió, por ejemplo, en las gloriosas jornadas de Libertadores de los 80 o en el título de Universidad de Chile en 1994... Pero es el líder de la Primera División y merece algo más de respeto.