No es poco común que durante los partidos del fútbol chileno lancen objetos al campo de juego. Sin embargo, lo ocurrido este domingo en el Estadio Monumental, durante el Superclásico entre Colo Colo y la U, superó los límites.
En el minuto 75, mientras el lateral de Universidad de Chile José Castro era atendido en el campo de juego debido a una lesión, cayó al césped una cortaplumas, elemento que obviamente está prohibido ingresar a un recinto deportivo.
No existen antecedentes de un hecho como este, en que un arma en sí es lanzada al terreno de juego en un partido del fútbol chileno (quizás si los fuegos artificiales entran en esa categoría), pero llamó la atención la actitud pasiva tanto del árbitro del encuentro como de los encargados de la ANFP al respecto.
Pese a tratarse de algo tan delicado como un objeto cortopunzante, el árbitro del encuentro, Cristián Garay siguió el mismo procedimiento como si se tratara de una moneda o un encendedor: se acercó al supervisor de la ANFP, le entregó la cortaplumas y solicitó que por altoparlantes se advirtiera al público.
¿Se debería haber suspendido el encuentro?...