Jaime García hace una semana expresó su disconformidad con la cancha del estadio Nelson Oyarzún, exigió respeto y además adelantó que en diciembre podría ser el fin de su ciclo como entrenador en Chillán. “Hay momentos e instancias para decir ‘ya, este año tiene que ser maravilloso, terminar maravilloso para volar”, fue parte de lo que dijo.
Una semana después se le consultó al “Búfalo si estaba feliz con su plantel. “Sí tú me hablas si estoy contento con mi equipo, absolutamente”, contestó. Luego la pregunta estuvo enfocada en si le alcanzaba el plantel para competir en Copa Libertadores. “Vamos a tres torneos, ya sabemos, vamos a profundizar donde a veces contesto con el corazón y a veces no hay que contestar con el corazón”, respondió.
El oriundo de Cartagena dejó claro que no piensa en dejar a los “Diablos Rojos”: “No espero el momento de irme. Llevo cinco años de mi vida, donde el club a veces ha estado sobre mi salud. Es un club que lo llevo en el corazón. No veo el día de que tengo que partir, siempre voy a estar contento, dirigiendo estoy feliz... Son otras cosas, soy así, mi forma de ser es así. Cuando hablo, trato de no dañar a nadie y a lo mejor tengo que ser más directo”.
El DT no quiere generar un mal ambiente: “No vengo a impartir odio, no quiero que nos desunamos, es un equipo que ha sido muy unido durante estos cuatro años. A veces no nos gusta que nos digamos las cosas y a mí me encanta. Ustedes (periodistas) cuando me critican lo tomo de buena forma siempre, para crecer. La gente dice ‘el profe está molesto, está ido, triste’... Estoy más contento que nunca, feliz en este equipo, lo adoro. Hay momentos en que me puedo equivocar, me puedo enojar. Tengo que tener algún arranque en cinco años, o dos o tres... ¡Dénmela po’!’”.
García pone a la institución sobre todo: “No quiero provocar desunión, nos ha costado poder pararnos en este equipo y estar donde estamos. Lo que ha evolucionado el club durante este tiempo, no lo quiero echar a perder. He dicho todo lo que tengo que decir, después ustedes tendrán que hablar y decirlo. Lo que menos quiero es provocar desunión, el club está sobre cualquier persona. Llevo cinco años, no me he ido nunca y no lo voy a dejar tirado, jamás lo voy a dejar tirado, voy hasta el último, hasta donde nos den las fuerzas”.
Por último manifiesta que tiene un desafío: “Estoy feliz dirigiendo, muy contento con lo que tengo, sabemos todo lo demás... Me habría encantado a lo mejor tener 60 (jugadores), estamos con esto, tengo que ver para qué estoy preparado, a ver si sirvo, si doy ese salto que todos quieren. Es lo que tengo en estos momentos, tengo que saber confrontar situaciones difíciles, ahí se ven los técnicos. Cuando tienes todo, es fácil, cuando te faltan cosas, tienes que ver para qué estás”.