"Basta de represalias". Eso dijo Cristian Droguett del Sindicato de Árbitros esta noche. Y es que los jueces del fútbol chileno no aguantaron más los castigos por parte de Javier Castrilli, Jefe de la Comisión, y decidieron irse a paro.
Y ahora la cosa es en serio y unánime, pues ningún colegiado se negó a paralizar las actividades, luego de que se registraran 102 votos a favor y 54 abstenciones.
Las peticiones para volver a la conversaciones son claras: que se reintegren los 14 árbitros echados y que Castrilli y su mesa renuncien.
¿Qué significa esta decisión? Simple. Que ningún juez asociado al Sindicato realizará labores arbitrales de manera profesional hasta nuevo aviso, lo que deja en jaque la realización de nuestro fútbol en todas sus categorías.
Ahora habrá que esperar qué es lo que resuelve la ANFP, donde se habló incluso de tratar de "parchar" el problema con árbitros internacionales. Explotó todo.