Esta es para futbolero de raza. Quien se acuerde del personaje será principal protagonista en cuanto asado o reunión social se haga para honrar las historias curiosas de nuestro fútbol. En unos brillantes años noventa, la actividad en Chile se daba lujos excéntricos; y no solo los tres grandes, pues mientras la UC contrataba a Alberto Acosta y Néstor Gorosito, la U fichaba a Leo Rodríguez y Colo Colo a Marcelo Espina, Deportes Temuco sorprendía con el uruguayo Marcelo Fracchia y Unión Española con el también charrúa Gerardo Rabajda.
Así, en 1994 (segunda parte del año) a Everton de Viña del Mar llegó un mediocampista de contención argentino de larga melena, proveniente de All Boys: Walter Aldo Capozucchi. Formado en Platense, donde fue compañero del ídolo de Colo Colo Marcelo Espina, tuvo también un paso por Atlético Tucumán antes de llegar a los viñamarinos.
Se mantuvo en la temporada 1995, un año del terror para los viñamarinos que terminaron perdiendo la categoría. En fin, como refuerzo extranjero, llegó entonces Capozucchi. Era tan rústico y "pata de lija" que no había partido en que no le pusieran tarjeta amarilla y, consecuentemente, tarjeta roja. A cada balón que iba lo hacía con sobredosis de ímpetu; de hecho, los hinchas viñamarinos se tapaban la cara cada vez que "Capo" las emprendía hacia la disputa del balón: el desenlace siempre sería el mismo: amonestado o expulsado.
La espeluznante temporada 1995 de Everton de Viña del Mar
De hecho, tuvo el récord de tarjetas rojas en esa temporada 95 y, como anécdota, en una entrevista a la prensa de la época, el propio Capozucchi explicaba que estaba haciendo esfuerzos sobrehumanos por controlarse. "Los árbitros me hablan y me dicen 'tranquilo, Walter, tranquilo'", declaró en su momento... Lo probaron también como zaguero central y como lateral izquierdo y nunca funcionó.
Si quizás le quede un consuelo a Capozucchi por la tan horrenda temporada 95 es que no fue el único desastre que llegó a Everton ese año... En la segunda parte de la temporada, arribó a Sausalito el brasileño Marcos Lopes Mendonça, uno de los futbolistas más horrorosos en pisar los pastos nacionales.. Era tan malo que los aficionados evertonianos reían a carcajadas cuando se ponía a correr. Una vez, afuera del estadio, dos hinchas conversaban sobre cómo le dirían a Mendonça en Brasil, si "mendozinha" o "mendozao"... El mito urbano cuenta que el apodo real del atacante en sus tierras era "Aguinaldo"; incomprobable...
La vida de Walter Capozucchi después de Everton de Viña del Mar
Con su hoja de vida llena de tarjetas rojas, Walter Capozucchi partió de Everton y tuvo una prolífica carrera que incluyó pasos en Sportivo Italiano y Los Andes, en su país natal. También jugó en un grande de Guatemala (Comunicaciones) y en los también equipos de esa nación centroamericana Juventud Escuintleca y Escuintla FC. Pasó luego a San Luis de El Salvador,para luego regresar a Argentina.
Su última etapa como jugador fue en Platense, donde es ídolo. Llegó en 2001 y colgó los botines luego de tres temporadas. Tras su retiro, no tiene mucha vinculación con el fútbol, salvo en homenajes del conjunto "Calamar", donde siempre es invitado.
Hoy, a los 55 años de edad, vive en Pilar, ciudad de la Provincia de Buenos Aires. Su hijo, Sebastián Capozucchi, es futbolista y milita en el equipo Chattanooga Red Wolves de la Liga USL de Estados Unidos. Tuvo pasos por Platense y por las categorías menores de Italia. Nicolás nació el 23 de diciembre de 1995 en Villa Alemana, ¡Señor Berizzo!...
