Deportes Antofagasta no logró el milagro y descendió a Primera B, pese a que tuvo una última chance de hacerlo en cancha, que finalmente le fue negada. La Segunda Sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP ratificó que Palestino debía quedarse con los tres puntos pues los "Pumas" fueron incapaces de conseguir un estadio para ser locales.
"Que no se haya jugado es una falta de respeto al profesionalismo de los futbolistas y los cuerpos técnicos, que preparan a sus equipos para jugar, no para que los puntos se resuelvan en tribunales ajenos al fútbol", comienza diciendo Javier Torrente en conversación con En Cancha.
Sin embargo, quien fue entrenador de los nortinos en esta recta final no se excusa y realiza su autocrítica: "La consecuencia del resultado final del año no tiene que ver con ese partido que no se jugó, que igual si se hubiese resuelto todo en cancha, yo lo consideraría más justo, pero en realidad eso es algo más de todas las cosas que nos ocurrieron en este año".
"Por ejemplo, Antofagasta tuvo tres entrenadores y con ninguno logró funcionar de buena manera. El equipo comienza regalando tres partidos de local a principio de año, teniendo que ir a jugar a Calama e Iquique, porque había problemas con la Intendencia, y eso fue grave, porque el club siempre basó sus campañas en sus actuaciones de local, clasificando incluso a Copa Sudamericana el año pasado", añade.
Y continúa: "Nosotros llegamos en junio, logramos 15 puntos en 14 partidos y no logramos transmitir la mejora que queríamos. No mejoramos futbolísticamente, más allá de que el equipo sí dio una muestra de carácter y se le hizo más difícil a los rivales ganarnos, pero numéricamente no logramos un cambio significativo y se nos fue el año. Esa es la realidad. Los errores que se cometieron repercutieron al final, nunca hicimos pie para estabilizarnos con dos o tres victorias seguidas".
Javier Torrente no continuará en Deportes Antofagasta
"Yo en su momento puse mi cargo a disposición porque no llegábamos a los puntos que necesitaban, y si querían intentar con otro entrenador en las últimas cinco fechas estaba bien. Yo no logré darle al equipo lo que precisaba. Me pidieron que siguiera, lo hice, pero me hago responsable como entrenador porque no supe cambiar la realidad", apunta Torrente.
Ahora, el rosarino verá desde lejos cómo hace Antofagasta para ponerse de pie y volver a la máxima categoría del fútbol chileno, ya que él no continuará en la banca "puma": "Son momentos de reestructuración y de pensar cómo va hacer la institución para volver a Primera División. Yo terminé contrato y regresé a la Argentina. Le agradezco a todos en el club. Ellos ahora verán lo que viene, pero yo no continúo".
Por último, el DT argentino ahondó en los interminables problemas entre las autoridades regionales y el club: "No ha habido un apoyo desde la Gobernación hacia la figura de la institución. Hubo problemas, sí, pero no me corresponde a mí decir quién es el bueno y quién es el malo en esta historia. Lo que sí puedo decir es lo que nos tocó vivir, como por ejemplo, entrenar todo el año en un solo campo de juego, que no es lo ideal para un equipo de Primera División. Todo eso lo sufrimos, pero la realidad es que los problemas entre el club y el municipio sí existen".