El impresentable bochorno de la suspensión del partido que debían disputar Deportes Antofagasta y Palestino en el norte ofrece día a a día nuevos detalles. El duelo no se pudo jugar, pues las autoridades de la ciudad no permitieron que los protagonistas ingresaran al Estadio Calvo y Bascuñán y luego se dio a conocer que habrían existido presiones desde la ANFP a la Ilustre Municipalidad para obligar la realización del partido.
El propio alcalde de la ciudad, Jonathan Velásquez, confirmó en una radio local que recibió amenazantes llamadas desde Quilín. "Va a descender el equipo y usted será el culpable", le habrían dicho a él en un contacto telefónico.
El edil aseguró, también, que hubo un llamado a una directora de la casa consistorial en que se le expresó: "Si usted no nos presta el estadio, asuma las consecuencias".
El tenor de estas llamadas habrían sido determinantes en la decisión final de no prestar el estadio para la realización del encuentro; recinto en el que, a la misma hora que el partido estaba programado el sábado, se realizó una actividad atlética para los antofagastinos, por lo que era imposible ceder el escenario.
Hasta la hora de la publicación de esta nota, En Cancha intentó contactarse con Jonathan Velásquez, sin éxito.
