Varios estadios del fútbol chileno han tenido inconvenientes para recibir partidos durante el inicio de la presente temporada. Uno de los recintos fue el Estadio Calvo y Bascuñán, que ha tenido a Deportes Antofagasta jugando en otros reductos mientras que el césped de la cancha sigue con el proceso de recuperación.
El pasto de la cancha antofagastina quedó en estado deplorable tras la realización del Festival de Antofagasta, los días 13 y 14 de febrero. Esto obligó a las autoridades a resembrar el césped, con un tiempo de reposición estimado de 45 días. Dicho plazo se estiró más de lo presupuestado, pero al parecer será solo por 20 días.

Esto debido a que la ANFP programó el partido de Deportes Antofagasta contra Unión San Felipe por la séptima fecha de la Liga de Ascenso en el Estadio Calvo y Bascuñán, que se jugará la tarde del domingo 20 de abril.
Antofagasta utilizó dos estadios alternativos a la espera por el Calvo y Bascuñán
Mientras el césped del Calvo y Bascuñán comenzaba con los trabajos de reposición, la dirigencia de Deportes Antofagasta decidió disputar los partidos de local en el Zorros del Desierto de Calama, aunque tras los primeros encuentros los propios jugadores mostraron su descontento por el largo viaje de 3 horas en bus para llegar al recinto calameño.
Debido a esto, los Pumas cambiaron su localía para el encuentro del sábado pasado ante Deportes Copiapó por Copa Chile para el Estadio Municipal de Mejillones, que les quedaba mucho más cerca que el de Calama.
Afortunadamente para el plantel antofagastino, según la programación de la ANFP deberán olvidarse de los traslados hacia afuera de Antofagasta para jugar sus partidos, ya que dentro de un mes podrán volver a utilizar el Calvo y Bascuñán. Entre medio tendrán dos encuentros de visita.