Cobreloa vivió un terremoto que recién está mostrando sus verdaderos daños. Ayer el directorio loíno se puso de acuerdo y decidió impugnar la presidencia de Fernando Ramírez, sacándolo de su cargo y dejándolo solo como un ‘mero’ director.
Los dirigentes de los “Zorros del Desierto” se cansaron del mandamás, a quien acusan hasta de amenazas. Ahora, quien manda en Cobreloa es Marcelo Pérez, hombre que figura en los papeles como nuevo presidente.
Ramírez sacó la voz ante los hechos ocurridos y, por supuesto, se mostró poco feliz con esta determinación.
“Siempre dije que si las bases del club, los verdaderos dueños, los socios, me pidieran que deje mi cargo, lo haré, pero no por un golpe de Estado dentro del mismo directorio, algo ilegal y que se salta la decisión de quienes realmente tienen que tomar estas decisiones”, dijo en diálogo con El Mercurio de Calama.
Sin pelos en la lengua, Ramírez continuó: “El llamado es a que los socios se organicen rápidamente y tomen el control del club. Por estatutos deben ser la mitad de los asistentes a la última asamblea -90 firmas- que envíen una carta que solicite dicha reunión, con su único punto a tratar que es la revocación parcial o total de la lista de dirigentes que está a cargo de la administración”.
¿Hay nexos con la barra de Cobreloa?
Por último, el saliente mandamás se refirió a las acusaciones de tener nexos con los hinchas más violentos del club.
“Una cosa es que yo conozca a gente de la barra desde hace años, incluso antes de ser directivo, pero otra es que yo les pague para que presionen gente, que reciba coimas por traspasos o que mande a presionar a los funcionarios. Eso es grave y estoy dispuesto a cualquier investigación que se lleve a cabo para prestar colaboración y limpiar mi nombre”, cerró.