La Copa Chile entrega oportunidades únicas, esas donde David enfrenta a Goliat y donde, como en la historia bíblica, David puede salir triunfador.
Eso pasa en la llave que protagonizarán Unión Glorias Navales y la Universidad Católica, válida por los octavos de final de la Zona Centro-Norte. El equipo viñamarino derrotó a Miramar de Coquimbo y ganó la chance de enfrentar a los Cruzados a partido único, el cual se disputará en el Estadio Sausalito.
Allí juega Samuel Maldonado, de 30 años. Un puntero de la población Gómez Carreño que arribó hace dos años al club. “Es una institución súper linda, muy de familia. Representa a una población que está estigmatizada (la Glorias Navales), pero hay cosas buenas también, sobre todo en el deporte, que siempre será una actividad sana”, le cuenta a En Cancha, mostrando orgullo también al mencionar a su hijo Martín, de tan solo 10 años, y a su ahijada Aynara, a quienes espera ver en las tribunas frente a la UC.
Respecto a la institución que hoy defiende, señala: “Tiene un fuerte arraigo popular. A Coquimbo fueron unas 250 personas y no importaron las 5 horas de viaje, el frío, nada. La gente es muy apañadora, va a todos lados, a la hora que sea, dejando muchas cosas de lado solo para vernos a nosotros”.
-Ahora la Universidad Católica, palabras mayores. ¿Cómo vislumbras ese desafío?
-Complicado, pero hermoso al mismo tiempo. Es un sueño. Desde octubre del año pasado que venimos entrenando muy fuerte y cuando supimos que teníamos la oportunidad de ir a un partido definitivo con El Roble, quedamos muy emocionados porque sabíamos lo que se nos venía. Para nosotros era una revancha, porque hace poco habíamos perdido una final con ellos y estaba esa espinita. Jugar contra Católica será lindo, es mérito de todos mis compañeros. Hay harto esfuerzo detrás, harto frío pasado también, porque entrenamos en Mantagua a las 9 de la noche y terminamos casi a la medianoche. Es difícil el amateurismo, pero es lindo llegar a vivir estos momentos.
-¿Y cómo son los entrenamientos?
-Intensos. Los martes y los miércoles son más de gimnasio, de trabajar el físico, de correr, y el jueves es cuando ya hacemos fútbol y preparamos jugadas, además de trabajar distintas tácticas, cubrir posiciones, revisar las variantes que tenemos.
-¿Y hay fe?
-Sí, sabiendo obviamente que Católica tiene un equipo desequilibrante. Es uno de los 3 equipos más grandes de Chile y sabemos que nos vamos a enfrentar a un cuadro que es profesional en todas sus líneas, que tiene un nivel mucho más alto que nosotros, pero eso no nos impedirá jugarnos nuestra opción. Hay que vivir el sueño. Siento que tenemos un muy buen plantel, bastante largo la verdad, con algunos futbolistas que pasaron por el profesionalismo también y tienen un roce importante. Estamos mentalizados en dar la pelea, en ganar y en dejar en alto a toda nuestra población, que se lo merece.
-En el amateurismo hay un poco más de espacio para ser hincha también. ¿Te gusta algún equipo?
-Soy hincha de Colo Colo, pero tengo un hermano menor (Benjamín), que el año pasado fue símbolo de la Teletón y él es fanático de Católica, es cruzado de corazón. Me acuerdo que de Coquimbo llegamos a Viña como a las 1 de la mañana, y yo no aguanté, tenía que decirle que podíamos enfrentarnos a la UC, el equipo de sus amores, y se puso muy contento. Espero que entre a la cancha conmigo, porque es una oportunidad muy bonita para que conozca a sus ídolos, a sus jugadores favoritos.
-Será bonito el ambiente en Sausalito...
-Sí, totalmente, porque la gente es muy apegada a este club. Ellos están soñando a través de nosotros porque sabemos que para que se te den estas oportunidades hay que esforzarse mucho. Nosotros trataremos de dar todo para dejarlos contentos, porque ellos nos apoyan siempre. Si nos dan el 100% con su aliento, nosotros tenemos que responder con el 200%.