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No le salió nada a Colo Colo ante O’Higgins de Rancagua, en el partido que cerró la segunda fecha de la Liga de Primera. El Cacique perdió por la cuenta mínima y los celestes comienzan a cimentar una verdadera paternidad sobre los albos.
Pero hubo algo que sí llamó mucho la atención en el Monumental. Y, por qué no, puede ser una inesperada arma secreta de los de Jorge Almirón de aquí en adelante: Claudio Aquino tiene un verdadero misil en las manos y los laterales que ejecuta son verdaderos centros llenos de veneno.
Según conocedores de la interna de Colo Colo, es una jugada que se practica rigurosamente en los entrenamientos y ayer se pudo ver in situ en Macul (en La Serena ya algo de eso había mostrado). “A lo africano”, como se decía antes...
