Brayan Cortés ya tiene nuevo club para 2025: León de México. El iquiqueño no respondió a la última oferta realizada por Colo Colo para asegurar su continuidad, lo que molestó bastante a Blanco y Negro, pues no esperaban esta actitud luego de tanto tiempo ligados.
Este no es un problema de estas últimas semanas, sino que data de comienzos de este 2024. Todo comenzó en enero, cuando Estudiantes de La Plata estaba negociando con Cortés para quedarse con sus servicios. El Indio tenía avanzadas negociaciones con el Pincharrata, pero de la noche a la mañana su postura cambió.
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¿El responsable de lo anterior? Aníbal Mosa, quien se acercó a conversar con él para manifestarle su intención de que se quedara (en ese entonces no era presidente del club). No solo eso, sino que le habría comentado que iba a existir una nueva oferta de renovación en donde se aumentaba su sueldo y años de contrato.
Una promesa incumplida
Brayan Cortés aceptó encantado, pues quería pelear la Copa Libertadores con Colo Colo y estaba ilusionado con el proyecto de Jorge Almirón. Es por lo mismo que no estaba preocupado de que le llegara la oferta al instante, pues confiaba que se respetaría el acuerdo de palabra.
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Cortés comenzó la temporada 2024 y tuvo impecables actuaciones en el Campeonato Nacional como también en Copa Libertadores, por lo que parecía que más temprano que tarde iban a arreglar su situación contractual, pero esto no ocurrió.
Llegó junio y ya era demasiado tarde, pues ya le quedaban seis meses de contrato y podía negociar con cualquier equipo como agente libre. Aníbal Mosa intentó durante gran parte del último tramo del año renovarle, pero el jugador ya estaba empeñado en internacionalizar su carrera.
Los últimos esfuerzos de Colo Colo
Ya en una acción desesperada intentaron tirar la casa por la ventana para asegurar su continuidad: le ofrecieron cuatro años de contrato más un incremente considerable en su sueldo, llegando a los 50 millones de pesos. Lamentablemente para la concesionaria, ya era demasiado tarde.
Si bien estaban conscientes de que era muy difícil que se llagara un acuerdo, esperaban un gesto tan mínimo como responder. Fue el silencio sepulcral el que terminó por crispar la relación, a tal punto de que les quedó una conversación pendiente para el futuro.