Las últimas horas de Colo Colo han sido un vendaval de emociones, ya que salió humo blanco respecto al nuevo presidente de Blanco y Negro. El elegido para comandar la institución fue Aníbal Mosa, que regresó a la presidencia por tercera vez.
Esto fue gracias a los votos del Club Social y Deportivo, ya que en el último momento tomaron la decisión de apoyar al Bloque Mosa, siendo que en primera instancia se habían manifestado a favor de que continuara Alfredo Stöhwing.
Según le comentaron a En Cancha, la determinación de optar por Aníbal Mosa se debió a un desaire del Club Social y Deportivo Colo Colo en la ceremonia que se realizó para conmemorar los 99 años del equipo.
La gota que rebalsó el vaso en el CSD Colo Colo
¿Qué pasó exactamente en el evento? Resulta que la dirigencia invitó a ídolos del club, personajes identificados con el mismo y algunos jugadores del plantel actual, pero también contó con la presencia de un par de trabajadores de la institución que llevaban más de 20 años ligados al Cacique.
Fue esto lo que le molestó al Club Social, ya que consideran que fue una falta de respeto no invitar al resto de personas que laburan en la institución, excluyendo a guardias y profesores de las escuelas, entre otros miembros que para el CSD son fundamentales.
Sería iluso pensar que fue el único factor que influyó en la decisión, pero no cabe duda que fue la gota que rebalsó el vaso y provocó que se inclinaran por el Bloque Mosa. Dentro de lo mismo se puede mencionar que solo Alfredo Stöhwing y compañía se hicieron cargo de la ceremonia, sin considerar al resto de la concesionaria.
Fue eso lo que aprovechó Aníbal Mosa para ganarse el apoyo del Club Social, de hecho, les ofreció ser parte de una especie de “Comité del Centenario”. Esto con la idea de que los 100 años del club cuenten con un buen proyecto detrás, lleno de homenajes y sorpresas para los hinchas.
Lo cierto es que ahora Matías Camacho y compañía, al igual que cuando se cuadraron para poner fin a la estadía de Gustavo Quinteros en Colo Colo, quedarán nuevamente expuestos al escarnio público y si el trabajo de Mosa no resulta como se esperaba, los primeros dardos serán para el CSD.