Jaime Valdés prepara su retiro en el lugar donde fue más feliz: el Estadio Monumental. Su amor por Colo Colo es innegable, tanto así que el Pajarito tuvo que regalarle su pase al conjunto de Macul para fichar en 2013. Al menos, valió la pena: jugó en el club que soñó toda la vida y, además, obtuvo una importante cantidad de títulos. Ahora, espera despedirse con una ovación de todos los fanáticos albos.
En entrevista con El Mercurio, el ídolo de Colo Colo reveló detalles de cómo se gestionó su arribo a la institución capitalina tras su paso por el Parma de Italia. Como nadie lo llamaba desde las oficinas de Blanco y Negro, el propio Jaime Valdés se acercó -por medio de intermediarios- a la directiva y les ofreció la tratativa. El gigante chileno solamente tenía que pagar el salario del volante.
“No me fue a buscar nadie de Colo Colo; me hubiese encantado. Me quedaban seis meses en Parma, me querían renovar y otro equipo de la Serie A me quería también, pero yo podía negociar como jugador libre. Sentía que era el momento justo para volver y poder rendir en Colo Colo. Tenía 33 años”, comenzó indicando.
“¿Qué hago? Vine de vacaciones de invierno y le pedí a una persona que me hiciera el contacto con dirigentes de Colo Colo. Le digo que me den solo el sueldo, que regalo el pase, si lo único que quiero es que me reciban. Volví a Italia y le expliqué a (Roberto) Donadoni que quería cumplir mi sueño de jugar en el equipo más grande y del cual soy hincha. Él lo entendió”, agregó.
“Y en Colo Colo llegaron los títulos (ganó siete) y mucho mejor, jugué 11 superclásicos, gané nueve y no perdí ninguno. Marqué un un gol desde el borde de área, un golazo, pero (Esteban) Paredes hizo tres y nadie se acuerda de mi gol. Estoy muy agradecido de haber estado en Colo Colo, me siento un privilegiado por permanecer tanto tiempo y haber jugado a tan alto nivel”, complementó.
Colo Colo el amor de su vida
Finalmente, Jaime Valdés se refirió a su estadía en Colo Colo y cómo ello afectó en su vida. Pajarito, que se alista para su último vuelo, no lo puede negar: no fue igual de feliz en ningún lado. Su corazón es blanco y negro, lo que demostrará en su adiós definitivo del fútbol. A sus 43 años, se sigue emocionando para referirse al amor de su vida.
“En Colo Colo fue el equipo donde fui más feliz, pero mi primer equipo en Italia, el Bari, fue el que más me marcó. Estuve cuatro años y medio ahí. Llegué súper joven y crecí como persona y futbolista”, cerró Pajarito.
Ahora, se prepara para su despedida el 24 de marzo, aunque de seguro estará pendiente a lo que pueda realizar Colo Colo en su debut por la fase 2 de Copa Libertadores ante Godoy Cruz. Dicho compromiso de ida está pactado para el jueves 22 de febrero, desde las 21:30 horas, en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.