Mauro Olivi escribió su nombre con letras doradas en el fútbol chileno. Y no es para menos, considerando que en su segunda temporada en el torneo local defendiendo los colores de Audax Italiano marcó la diferencia y fue elegido como el mejor jugador en 2010.
Sus buenas actuaciones en el conjunto itálico lo llevaron a dar rápidamente el salto a Colo Colo, donde fue presentado como uno de los grandes refuerzos en la temporada 2011. Las expectativas eran altas, pero el argentino no logró revalidar lo mostrado en La Florida y tuvo un irregular paso por el Cacique.
El Pampa jugó cuatro temporadas y media en Pedrero, registrando 15 goles y 13 asistencias en 73 partidos disputados. Números que se alejan de lo realizado en Audax Italiano, ya que en su periplo por el cuadro de colonia anotó 25 tantos y 21 asistencias en 84 compromisos.
Aún así, Mauro Olivi se ganó el cariño de gran parte de los hinchas de Colo Colo y alcanzó a estar en el mítico plantel que bajó la estrella 30 en 2014, aunque no pudo levantar el título, ya que a mitad de esa misma temporada concretó su regreso al conjunto itálico.
La vida de Mauro Olivi después de su paso por el fútbol chileno
Luego de su paso por el fútbol chileno, el Pampa se dio el lujo de jugar en Perú, Estados Unidos y Malasia, siendo este último país donde decidió retirarse en 2017 después de casi 12 años de carrera como profesional. Cerró una etapa y abrió otra totalmente diferente junto a su familia.
Y es que Mauro Olivi se dedicó a criar animales, vacas y caballos principalmente, y comenzó su camino como representante. En paralelo, el argentino fue creando diferentes negocios, entre ellos un Complejo Deportivo con canchas de fútbol y pádel que se lleva su nombre en La Pampa, Argentina.
Actualmente, el otrora jugador de Colo Colo está enfocado en su familia y los negocios que tiene tanto en su país de origen como en Chile. Un cambio de aire para el oriundo de Jacinto Arauz, que dejó una huella imborrable en el fútbol chileno entre el año 2009 y 2015.