Jordhy Thompson lo volvió a hacer. El futbolista de Colo Colo otra vez cayó en una conducta que, a esta altura, no es nueva: violentó de nuevo a Camila Sepúlveda, su pareja, en un polémico episodio que tuvo como punto más grave un intento de asfixia.
El delantero del Cacique fue detenido este lunes y ahora sí que el panorama judicial es negro, sin mencionar que en su club ya le hicieron la cruz, pues fue apartado del plantel y, según pudo averiguar En Cancha, su temporada 2023 se acabó.
Muchos apuntan al área sicológica de Colo Colo, que dio el alta para que Thompson continuara sus labores sin problemas en la institución. Renata Almada, reconocida sicóloga deportiva, no es tan drástica en su análisis.
“Desconozco los profesionales que están trabajando actualmente en Colo Colo. No sé si solo hay sicólogos con especialización deportiva, pero Jordhy Thompson necesita hoy ser derivado a profesionales con capacitación clínica”, le cuenta a este medio la también panelista de TNT Sports.
Adelantarse a estos episodios de violencia es muy difícil, pero Almada aclara que existen “test proyectivos para identificar rasgos de personalidad, cuestionarios, inventarios de salud general... Hay una infinidad de instrumentos para tratar de entender y descifrar la situación específica con la que carga el jugador, y comprender no solo el efecto, sino que también la causa del problema de la violencia”.
Los tiempos del fútbol son implacables
Culpar solo al área sicológica del conjunto popular sería un error. Así al menos lo piensa Almada, quien aclara que “la sicología hoy es un trabajo multifacético, y terminar con ese comportamiento errático de la violencia puede estar a cargo desde sicólogos hasta asistentes sociales, porque es una situación muy sistémica, que involucra factores como familia, amigos, seres importantes que influyen en la conducta de ambos, porque los dos forman una dinámica que se retroalimenta”.
¿El gran problema de todo esto? Los tiempos. Muchas veces, el fútbol exige respuestas rápidas, ya que la urgencia por ganar cada fin de semana va comiéndose los procesos.
“Se necesita tiempo y ahí está el dilema, porque el fútbol es inmediatez y niega muchas veces el desarrollo de los procesos, de las etapas, que se queman rápidamente por la presión externa, por esa necesidad de contar con el futbolista, y ahí surge la pregunta que debemos hacernos todos: ¿Por qué el valor deportivo está por sobre el valor humano? Uno llega a justificar lo otro, y eso está muy mal planteado”, añade.
Jordhy Thompson sigue en desarrollo mental
“Es necesario considerar que esto puede tratarse de algo transgeneracional, es decir, una actitud que viene de generaciones y que es una conducta aprendida. No es un proceso lineal, y por eso existen muchas posibilidades de reincidencia”, explica Renata Almada, quien intenta entender la conducta del futbolista de 19 años.
“Está la exposición mediática también, que alimenta expectativas utópicas difíciles de ser alcanzadas, más el tema del rendimiento deportivo y la idea de impunidad que tenía el jugador, esa idea de omnipotencia. Un joven de 19 años que no tiene todos los recursos sicológicos desarrollados, porque está en fase de desarrollo mental todavía. Es un joven que está expuesto a un ambiente laboral de mucha exigencia, y si quieres agrégale que viene de una generación que sufrió con el tema de la pandemia, que se saltó etapas y estuvo dos años sin el apoyo y el respaldo de profesionales que generalmente los clubes brindan”, señala.
Para finalizar, la profesional se apoya en el llamado efecto halo para ejemplificar por qué nos choca en demasía este tipo de episodios protagonizados por figuras públicas.
“El efecto halo es esa idea distorsionada de la realidad. Cuando vemos un rasgo positivo en una persona conocida, ese rasgo se extiende también a otras áreas. Ejemplo: pensamos que alguien exitoso y famoso sería incapaz de ser violento con alguien, y cuando pasa, eso nos choca y nos indigna. Es una mala interpretación de la realidad que tenemos”, cerró.