El pasado martes explotó un verdadero escándalo en el fútbol boliviano que terminó en la anulación del torneo de Primera División y la Copa local. Las denuncias y consiguientes pruebas que se hicieron públicas por arreglos de partidos, provocó la cancelación que dejó a dos futbolistas chilenos a la deriva.
Uno los compatriotas que hoy en día están de brazos cruzados es el delantero Ronnie Fernández del Bolívar; el otro, el arquero Raúl Olivares de Universitario de Vinto. Este último ha jugado seis temporadas en el balompié altiplánico y contó a Las Últimas Noticias sus sensaciones luego de la radical medida de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
“Estoy un poco molesto porque por unos pocos, pagamos todos los platos rotos, toda la gente que se esfuerza y se sacrifica. Salieron pruebas en contra del presidente de un club (Marcos Rodríguez del equipo Vaca Díez), pero también se habla de jugadores y esas pruebas aún no salen a la luz. Hay que tener cautela con eso porque con sólo nombrarlos pueden provocarle un daño irreversible”, comenzó diciendo la Araña.
“Uno siente impotencia y tristeza porque muchos de mis compañeros y yo nos sacrificamos para salir de un lugar bastante incomodo y ponernos en las puertas de la Copa Sudamericana. Uno siente que todo el trabajo que hizo no vale la pena o se fue a la basura, pero al mismo tiempo sabemos que el trabajo y el sacrificio diario están ahí, no lo va a borrar nadie”, agregó.
Seguido, el ex Colo Colo contó que le tocó vivir situaciones extrañas en un juego: “Me pareció algo extraño el partido que jugamos contra Always Ready (20 de agosto por la liga), donde el árbitro cobró un penal que no me pareció. Pero se lo atribuyo más a una falla humana que a una mala intención. Los árbitros se equivocan, de repente pasa. Al final del partido nos cobraron un penal a favor y metí el gol del empate 1-1 en el último minuto”.
En desacuerdo con jugar un torneo express
Finalmente, el formado en Macul dio su opinión respecto a la decisión de la FBF de disputar un torneo abreviado de aquí a fin de año.
“Lo encuentro una decisión un poco apresurada. Creo que la mejor forma de resolverlo hubiese sido sancionar a los involucrados, todos. Y con castigos ejemplares, sea quien sea, el equipo que sea, y continuar con el torneo. Y si hay jugadores involucrados, se tendrán que tomar medidas también. Pero encuentro ilógico que por culpa de cuatro o cinco personas, paguemos todos lo que estamos luchando en los torneos acá en Bolivia”, cerró Olivares.
