Lizardo Garrido ya disfruta de los días en su hogar luego de recibir el alta médica tras ser sometido a trasplante de médula ósea por una leucemia linfoblástica que le fue detectada en mayo al ídolo de Colo Colo.
La clave del tratamiento fue la donación de células madres que realizó su hija María José, quien era compatible en un 60% con el organismo del "Chano".
Y en los primeros días de regreso a su casa en Puente Alto, el campeón de la Copa Libertadores 1991 y captador del cuadro popular, contó detalles de lo que ha vivido en los últimos meses, incluso habría preparado a su familia en caso de fallecer.
"Reuní a mi familia, mis hijos, y les hablé de lo que podía pasar, puse en orden las finanzas, lo que quería, todos los detalles si moría", relató Garrido a Las Últimas Noticias.
"Me dieron el alta, pero dijeron que tenía que cuidarme mucho e ir dos veces a la semana a sacarme sangre y una al médico. Ven cómo funciona mi médula. Si se alteró algún examen, lo arreglan. Debí salir antes de la clínica, pero apareció fiebre y colitis antes de venirme. Hoy estoy con todos los exámenes buenos, la médula que me entregó mi hija ya está funcionando bien", agregó sobre su recuperación.
Sus compañeros de Colo Colo '91 siempre estuvieron presentes
Mientras que por el lado afectivo, es donde el ex seleccionado nacional solo tiene palabras de agradecimiento por las muestras de cariño que ha recibido.
"Los afectos naturales que son mis hijos, mis hermanos que han sido fundamentales, mis amigos, el lote de Colo Colo '91, los de las inferiores, los presidentes de Colo Colo que me han llamado, no tengo palabras para agradecer el amor. El equipo de hematología de la clínica, doctores, enfermeras y tens", destacó el ex zaguero de 64 años.