Colo Colo disputaba precisamente hace un año el partido para muchos más importante de su historia, cuando enfrentó a Universidad de Concepción en el Estadio Fiscal de Talca por la permanencia en Primera División. En aquella oportunidad, los albos derrotaron 1-0 a los penquistas con solitaria anotación de Pablo Solari.
Desde ese día hasta hoy, las cosas han cambiado mucho en el club, partiendo por la directiva que realizó una fuerte modificación en la cabeza, dejando por primera vez el control al club social con la llegada de Edmundo Valladares a la presidencia, acompañado por Daniel Morón que continuó como el gerente deportivo.
Aníbal Mosa tomó un rol secundario, quedándose como un director más de Blanco y Negro y la figura de Harold Mayne-Nicholls salió definitivamente del club tras la primera reunión de directorio antes del inicio del pasado Campeonato Nacional en 2021. Todos estos remezones al interior de la cúpula directiva, sumado a la poda en el plantel que terminó jugando el descenso, dieron un giro total a lo que hoy respira el Estadio Monumental.

De la Salvación a la lucha por el título
Tras ese tanto de Solari en una verdadera final para el "Cacique", el cuadro dirigido por Gustavo Quinteros se reestructuró totalmente con salidas de referentes como Esteban Paredes, Matías Fernández, Julio Barroso, Jorge Valdivia, Juan Manuel Insaurralde, entre otros que posibilitaron la irrupción de jugadores jóvenes al primer equipo, más la incorporación de refuerzos de experiencia.
En ese aspecto, la nueva dirigencia comandada por Valladares, trabajó siempre en coordinación con el técnico y pensando en lo futbolístico. Si bien, al principio los refuerzos no llegaban al tiempo que solicitaba el DT, terminaron por cumplir sus necesidades y alinearse finalmente por un objetivo en común que era cambiar la imagen del equipo en el menor tiempo posible.
Esto se logró con creces, mostrando un buen funcionamiento con el correr de los partidos, mostrando en el equipo una gran cantidad de canteranos, obteniendo de forma invicta el bicampeonato de la Copa Chile, clasificando de forma directa a la fase de grupos de la Copa Libertadores de América y peleando hasta la última fecha el título del Campeonato Nacional, que de haberlo conseguido, habría sido un cierre soñado para todos los hinchas.

Quinteros y las renovaciones
Además, antes de terminar la temporada, se renovó el contrato de Gustavo Quinteros hasta diciembre del 2022, se logró mantener a las grandes figuras del plantel como lo son: Leonardo Gil, Emiliano Amor y Pablo Solari, sumado a la permanencia de una de las figuras jóvenes más proyectables del club, Vicente Pizarro.
Por otro lado, se trabajó rápidamente en tener los refuerzos pedidos por el técnico antes del inicio de la pretemporada y también se cumplió a cabalidad. Es decir, una gestión que comparada a años anteriores, fue efectiva y por sobre todo acorde a lo que se busca en la temporada.
Errores aprendidos y objetivo a la altura
Finalmente y como broche de oro a todo lo sucedido, se tomó una importante decisión con declarar intransferible a Pablo Solari, quien desde ese gol histórico ante el "Campanil" se ha transformado en un jugador enormemente querido por la hinchada y su rendimiento subió de forma exponencial, transformándose en clave para la oncena de Quinteros. El América de México ofreció cerca de 3,5 millones de dólares por su pase y en decisión unánime el directorio la rechazó.
En un año, Colo Colo aprendió de los errores del pasado, corrigió y todo el trabajo de cero que empezó con la nueva dirigencia se vio reflejado en los grandes resultados que se consiguieron en menos de un año. Hoy el equipo "Popular" es uno de los candidatos al título y tiene la esperanza de realizar una gran Copa Libertadores, retornando de alguna manera a la posición que nunca debió salir uno de los equipos más grandes de Chile.