En noviembre, y casi un año después del anuncio, Huachipato concretó su venta. El cuadro acerero, que era controlado por Victoriano Cerda, fue adquirido por el empresario Hernán Rosenblum. Sin embargo, esta operación generó suspicacias desde el comienzo.
En especial, por los aparente nexos del nuevo dueño con Patricio Kiblisky, el polémico dirigente argentino que hace unos años era el propietario de Ñublense. Ambos, de hecho, coincideron en Chillán, cuando Rosemblum era gerente general y Kiblisky el máximo accionista.
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El nuevo propietario de Huachipato salió al paso de estos rumores, negando cualquier vínculo, pero una nueva revelación parece demostrar que sí hay una conexión, y que fue clave en la adquisición del cuadro de Talcahuano.
El rol de Kiblisky en la compra de Huachipato
Según reveló este martes Ciper, Hernán Rosenblum compró Huachipato con la “ayuda” de un préstamo de 3,6 millones de dólares por parte de Sportscap Credit Fund LLC, un fondo de inversiones con sede en Estados Unidos, y que es administrado por Patricio Kiblisky.
Además, en este fondo norteamericano tiene participación Jacques Gliksberg, socio de Victoriano Cerda, el dueño saliente.
“No tengo claridad si es él que lo administra. Yo entiendo que no”, señaló Rosenblum al mismo medio. “Su trabajo es el periodismo investigativo, por lo que generalmente ustedes saben más que uno mismo”.
Según Ciper, registros comerciales chilenos y extranjeros permitieron confirmar el monto transferido por Sportscap Credit Fund LLC, que debe reembolsarse de aquí a diciembre de 2029.
¿Por qué se menciona a Universidad de Chile en el caso de Huachipato?
Además, el contrato para comprar Huachipato se firmó el 25 de noviembre, casi al mismo tiempo que comenzó a explotar el escándalo financiero que azota a Universidad de Chile, con acusaciones contra Sartor, que tenía el control de Azul Azul y tuvo que ceder su participación a Michael Clark.
El presidente de la U canceló 5,7 millones de dólares por el 90% de las acciones, un monto que sigue generando suspicacias, tanto por su valor como por la procedencia de los fondos.
Michael Clark, vale recordar, fue asesor de Kiblisky en Ñublense.
