El estadio propio es la ilusión de la mayoría de los clubes del fútbol chileno. Hasta el momento son pocos los que tienen ese privilegio, aunque hay varios que se ilusionan con sumarse a esa acotada lista y así engrandecer la institución, como es el caso de Santiago Wanderers.
Andrés Sánchez, presidente de la comisión fútbol del Decano, tocó dicho tema antes de enfrentar a la Selección de Juan Fernández en el debut de la Copa Chile 2024. El dirigente Caturro sueña con hacer propio el Elías Figueroa Brander y aseguró que buscarán adquirirlo si se dan las condiciones.
“El Elías Figueroa Brander es un recinto histórico para Valparaíso y Santiago Wanderers, por lo mismo cuando leemos que desde el concejo municipal hay interés en recuperarlo, como club no podemos permanecer indiferentes”, indicó en palabras recogidas por La Estrella de Valparaíso.
“Si existe alguna posibilidad real de comprar el estadio nosotros estamos dispuestos a realizar todos los esfuerzos necesarios para participar de esa licitación”, agregó Andrés Sánchez, hijo de Reinaldo, actual presidente del cuadro Caturro.
Santiago Wanderers proyecta un estadio como los más grandes de Sudamérica
La ilusión de Santiago Wanderers por hacer suyo el Elías Figueroa Brander crece cada día, sobre todo después de imaginar el impacto que podría tener el recinto deportivo en la Región de Valparaíso. Según el presidente de la comisión fútbol, sería como los más grandes de Sudamérica.
“Entendemos los beneficios tanto deportivos como patrimoniales que significaría que el Elías Figueroa pertenezca a Santiago Wanderers, esto nos permitiría perfilar un recinto en línea con los estándares de grandes coliseos a nivel continental, como el Centenario (Uruguay), Maracaná (Brasil) o La Bombonera (Argentina)”, aseguró Andrés Sánchez.
“Son estadios museos que cuentan con una identidad, hacen recorridos y tienen alimentos. Sería un gran atractivo turístico y todo un hito para el club”, sentenció el hijo del presidente del Decano.
Un sueño que se podría hacer realidad si es que el Instituto Nacional de Deportes, que se hizo cargo del recinto en 2004, decide desprenderse de él en un futuro. Si bien por ahora no está a la venta, la esperanza es lo último que perderán en Santiago Wanderers.