Continúan las malas noticias para Ñublense que ha tenido un irregular inicio del Campeonato Nacional, instancia en la que las expulsiones han sido uno de los contratiempos con los que ha tenido que lidiar el cuerpo técnico y el primer equipo.
El equipo chillanejo ha tenido que sufrir con las ausencia de jugadores en las primeras fechas del torneo por las reiteras tarjetas rojas que ha recibido, no sólo el plantel, sino también Mario Salas. El técnico nacional fue expulsado la jornada pasada contra Everton de Viña del Mar, tras declarar en contra del arbitraje calificándolo de “un robo hormiga”.
Ante esto, se conoció la sanción que el Tribunal de Disciplina de la ANFP impuso al Comandante, quien deberá cumplir con dos fechas de suspensión, por lo que se perderá los encuentros contra Union Española de este fin de semana y Colo Colo en el marco de la séptima jornada del balompié criollo.
Por otro lado, Los Diablos Rojos tendrán otra baja sensible baja, pues el lateral derecho, Bernardo Cerezo, también recibió cartulina roja contra los Ruleteros, por lo que se perderá el cotejo contra el cuadro de Independencia.
Duelo clave para el equipo que milita en la novena posición, con dos victorias, dos derrotas y un empate, teniendo que afrontar las próximas fechas cuesta arriba y con la misión de retomar el buen rumbo.
Las decisión de la delegación presidencial
Si bien Ñublense recibió la dura noticia noticia de que no podrá contar con Mario Salas para los dos próximos compromisos del Campeonato Nacional, aún existe otra interrogante en el club y los hinchas que se espera zanjar durante los próximos días con respecto al partido contra Colo Colo.
Y es que la Delegación Presidencial de la región de Ñuble deberá entregar su resolución sobre la recepción de la hinchada visitante, es decir, la Garra Blanca, en el Estadio Nelson Oyarzún de cara a la prevención y personal de seguridad necesario para los barristas.
Desde la hinchada no ven con buenos ojos la visita de los fanáticos albos, quienes han causado destrozos y desmanes en el último tiempo, además de vandalizar en reiteradas ocasiones los alrededores del recinto deportivo de Chillán, por lo que los locales exigen solo hinchas de los Diablos Rojos.