Una de los elogios que recibió Jaime García y la construcción de su Ñublense 2022 tuvo que ver con la explosión que logró por parte de dos de las joyas del fútbol chileno: Alexander Aravena y Nicolás Guerra.
Los canteranos de Universidad Católica y Universidad de Chile, respectivamente, coincidieron en el cuadro de Chillán para que continuaran su proceso de crecimiento y fue García el encargado de sacar sus mejores versiones antes de retornar a sus clubes de formación.
Hoy, un año después de ese regreso, los resultados de ambos han sido diametralmente opuestos, pues mientras el Monito traspasó lo aprendido en los Diablos Rojos a la UC y fue destacado entre los mejores del año, el Kun no pudo gravitar como esperaba en la temporada laica.
Con esto ya consumado, fue el mismo entrenador quien analizó con En Cancha el año de sus dos “pollos” y las distintas proyecciones que se puede hacer de la carrera de dos de los llamados a ser el recambio en La Roja.
“Lo primero que debo decir es que son cabros correctos y que se dejan trabajar. Si le ha faltado a Guerra pero yo creo que, en una opinión muy personal, su mejor versión fue cuando el tenía libertad y confianza”, inició el estratega en el backstage de la Gala Crack de TNT Sports, para profundizar en los roles que recibieron los dos jugadores.
“A Nico hay que entregarle ese apoyo. Decirle ‘disfrútalo, anda y si fallas 10 falla 20′. Siento yo, con mucho respeto a quien lo dirigió, que le faltó quizás eso mientras que al Monito le han dejado jugar, le han sacado provecho de la manera en que venía jugando conmigo. Creo que en ambos casos han tenido confianza, pero no es la misma soltura”, reflexionó García.
En el caso de Guerra, distintas voces en el entorno de Universidad de Chile han hablado de la posibilidad de un préstamo. Algo que su ex entrenador no comparte.
“Nico es un chico que cuando él está feliz puede alcanzar lo inalcanzable. Yo creo que si Nico se queda le va a a llegar alguien que le dé mayores libertades. Y ojo que yo no puedo decir que no le dieron confianza, pero creo que necesita esa flexibilidad y que le digan “vaya”. Yo creo que le haría bien quedarse en la U un año más para buscar esa revancha”, explicó García, confiado en que el nuevo técnico, que podría terminar siendo él mismo, le entregue otras responsabilidades.
“Puede que en la U cambie la mano y le saquen mucho más provecho para verlo similar a Aravena, moviéndose por todo el frente, finiquitando con ambos perfiles, más activo, buscando espacios. La diferencia está en dejarlo ser”, apostó.
En el caso de Aravena, el diagnóstico del profe no vaciló y vaticinó una pronta salida de Chile.
“Es una alegría tremenda verlo bien. Verlo crecer y siendo protagonista en la Católica y en la Selección. Estoy muy feliz por él”, acotó.
Jordhy Thompson y la “maquinaria” de las juveniles
Más allá de que pudieran o no tener un buen rendimiento deportivo, Aravena y Guerra estuvieron lejos de hacer noticia por temas extra futbolísticos como si lo Jordhy Thompson y su bullada salida del plantel de Colo Colo tras la denuncia de intento de femicidio por parte de su expareja, Camila Sepúlveda.
El talentoso volante albo estuvo en el ojo del huracán, llegando a estar en prisión preventiva tras las acusaciones en su contra y Jaime García, conocido por su mencionado manejo con los jugadores jóvenes, hizo su reflexión al respecto.
“Es un tema delicado pero ¿Quieres que te diga la verdad?”, fue la pregunta del Búfalo antes de hacer su análisis.
“Acá muchas veces lo que les interesa es que rinda. Que corra, cómo está el tobillo, el ligamento. Eso se busca del jugador, lo que se está considerando no es la posibilidad de que tengan información y educación para que tenga otra carrera y ahí hay una diferencia con Europa. Se busca el rendimiento lo más corto y rápido posible”, aseguró el oriundo de Cartagena, que no quiso puntualizar en Thompson.
“Yo no me refiero a Jordhy, es en general. Estos problemas empiezan a los 7 u 8 años y es ahí donde hay que moldear a una persona, porque sino te llegan arriba con los problemas que vamos encontrando”, fue la conclusión del entrenador que fuera clave para afinar a dos de lo que deberían ser el sostén de nuestro fútbol en el futuro inmediato.