Si bien muchos imaginaron que el dramático descenso de Deportes Puerto Montt, que abandonó la Primera B para caer a la Segunda División, ya era un problema mayor para los salmoneros, lo concreto es que su destino parece mucho más complicado.
Esto porque al retroceso deportivo se suma una compleja situación financiera que incluso amenaza con que el equipo deje de competir por una serie de deudas que arrastra y que serían difíciles de sanear en el actual escenario.
Hace pocos días fue el plantel femenino del club el que acusó total abandono e incertidumbre sobre lo que viene para ella. Y ahora la merma de $130 millones mensuales por conceptos de televisación fue el primer golpe al presupuesto del club, que se suma a $400 millones de deuda, son las cuentas reveladas por el diario El Llanquihue, que se aventuró a definir diciembre como clave para el futuro de la institución. La transformación a Sociedad Anónima o la real opción de desaparecer son dos de los caminos que podría seguir el club que alcanzó los 40 años de historia. “Es una posibilidad real”, indicó el medio sobre la amenaza de su muerte como institución.
Héctor Gaete, presidente interino del club, desmenuzó las prestaciones pendientes, en la que destaca una deuda de $96 millones al ex presidente Germán Mayorga, quien “colocaba plata para llegar a fin de mes”.
“Ningún banco nos prestaba plata. Lo único que se logró hace seis años fue abrir una cuenta corriente para recibir las platas de la televisión”, detalló Gaete sobre la deuda con el ex dirigente en calidad personal y no a través de una entidad financiera.
El aporte de las salmoneras no sería suficiente
Uno de los salvavidas que encontró Deportes Puerto Montt en su alicaído estado financiero vino de “Cardumen”, proyecto mediante el cual la industria salmonera aportó $26 millones de pesos mensuales durante el segundo semestre de este año, aporte que no continuaría en 2024.
“No están las condiciones para seguir porque el déficit es demasiado grande. Nosotros con una muy buena gestión habríamos alcanzado a cubrir un porcentaje que no es suficiente para garantizar la viabilidad del proyecto”, indicó Nicolás Vial, parte del grupo inversor que fue crítico con la forma en que se manejó a la institución.
“Veíamos que el club no estaba concentrado en ir generando otras formas de ingreso que permitieran su viabilidad, por lo que es muy complejo ingresar cuando sabemos que no es suficiente, ni tampoco existe conciencia de los cambios que se tienen que realizar para evitar que el club desaparezca”, sentenció Vial.
Pese al oscuro panorama, los personeros de “Cardumen” no se negaron a seguir negociando la participación económica en el club, pero pusieron como condición la entrada de más actores y participación de personas naturales que aporten al funcionamiento del club, todo en el contexto de que se quiera seguir evitando el paso a un formato de Sociedad Anónima.