“Antes las barras bravas eran solo gente inadaptada y vociferante; ahora son delincuentes”

Nelson Ávila, exsenador de la República, habló sobre la crisis de violencia y seguridad que afronta el fútbol chileno en la actualidad.

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El Clásico Universitario entre Club Universidad de Chile y Universidad Católica disputado en Concepción quedó empañado, una vez más, por la violencia. Cuando el partido superaba los treinta minutos de juego, la hinchada azul interrumpió el desarrollo del partido lanzando una numerosa cantidad de bengalas a la cancha que terminaron por suspender el partido.

Tras el choque, quedó en el tapete una serie de temas respecto a la seguridad en los estadios, sobre todo en torno al plan Estadio Seguro, y al alcance de la legislación. Alguien que se maneja en ese aspecto es Nelson Ávila, exsenador de la República y muy cercano al fútbol, además de reconocido fanático de los azules.

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En entrevista con En Cancha, el administrador público realizó un diagnóstico sobre la situación: “Las actuales autoridades, como otras en el pasado reciente, se muestran impotentes para resolver una situación como esta. Aquí, por supuesto que hay fallas de legislación, pero básicamente la principal de todas está en la falta de voluntad de la dirigencia del fútbol”.

“Esta crisis está llevando al fútbol profesional chileno a un estado terminal. Parte por el hecho de que nunca se ha podido romper la convivencia, la complicidad entre los dirigentes de los principales clubes y las llamadas barras bravas ahora constituidas básicamente por delincuentes. Antes era solo gente inadaptada, vociferante, que de alguna manera enturbiaba el espectáculo”, explicó.

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El exlegislador, se cuestionó sobre qué acontecimiento podría ponerle fin a esta ola de violencia. “Aquí no sé qué va a tener que ocurrir como tragedia para que, como en Inglaterra, se resuelva enfrentar este tema con la máxima dureza. Allá es posible porque hay instituciones que funcionan, autoridades que llegan a un momento que cumplen con su rol, con su deber y sobre todo los fanáticos, un público, una hinchada de mayor cultura, cívica y general para comprender que hay que apoyar todo lo que tenga relación con el enfrentamiento de los delincuentes que se han adueñado del fútbol”, argumentó.

Del mismo modo, Ávila declaró que no cree que algo o alguien esté detrás del ataque. “Eso sería exceso de sofisticación para lo que son actos cometidos por meros delincuentes. La verdad es que este es un aspecto que debe ser abordado con todo el rigor de una ley que ha de mejorarse y por otro lado, rompiendo con esa contaminación que hay a nivel de las directivas de los clubes. El hecho de que mantengan contactos y relaciones espurias con los delincuentes de las barras bravas, hace que queden en la impunidad la mayoría de las fechorías que cometen”, sostuvo.

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El “lado positivo” detrás de la violencia

Para finalizar, señaló que hay un hecho esperanzador respecto a lo ocurrido ayer. “Hay un indicio que puede ser interesante. Hinchas de la U ayudaron a aprehender a uno de los delincuentes que estaba lanzando bengalas. Ojalá esto se multiplique y haya plena conciencia de que esa es realmente la actitud que hay que adoptar por parte de los aficionados al fútbol”, concluyó.




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