Rodrigo Pérez es un referente de Cobreloa, donde se consolidó en el puesto de lateral izquierdo y ganó tres títulos con los loínos, más un subcampeonato nacional. Dos de esos trofeos fueron conseguidos ante Colo Colo, un rival clásico en Calama y, además, uno de ellos en el Estadio Monumental, siendo el único equipo en Chile en conseguir ese hito.
“Me tocó vivir momentos muy lindos, jugamos seis o siete Copa Libertadores consecutivas, también Copa Sudamericana. Fuimos tres veces campeones, entonces tengo recuerdos muy lindos porque hoy vivo muy tranquilo gracias a Cobreloa, y las instituciones que me permitieron jugar. Soy un agradecido”, analizó Pérez en conversación exclusiva con After En Cancha.
El entrenador de fútbol, hoy dedicado a la Dirección Deportiva en Rancagua, no dudó en señalar a Cobreloa como el cuarto grande del país. “Por lejos, por los títulos, por lo que ha hecho en copas internacionales, fue el primer club que ganó en México, en Colombia. Soy muy respetuoso de los otros equipos, pero por lo logrado Cobreloa es el cuarto grande. Las estadísticas no mienten”, afirmó.
El complejo presente de Cobreloa
El equipo de Calama continúa en la Primera B luego de ocho años desde su primer descenso, perdiendo en 2022 la final por el ascenso ante Deportes Copiapó. Una etapa compleja, con complicaciones administrativas, financieras y crisis deportiva, que Rodrigo Pérez vivió in situ como entrenador en 2018.
“Es complicado, son muchos años. Me tocó estar en la interna también. Hace mucho rato que no son problemas deportivos sino que extrafutbolísticos que se deben arreglar porque no hacen bien a una institución que siempre ha sido grande, pero que lleva bastante tiempo sin estar donde merece que es la Primera División”, explicó Pérez.
El entrenador también profundizó con lo que vivió en su proceso técnico, donde no pudo completar la temporada al mando del equipo. “Ojalá la dirigencia que esté hoy se preocupe de hacer las cosas que no hay que hacer. Cuando yo estuve como entrenador, le ganamos a la UC y al otro día estaba finiquitado, con un 53% de rendimiento. Y eso pasó por egos personales, porque las personas que están a cargo son gente que nunca ha estado en el fútbol y se creen amo y señores cuando están a cargo de una institución”, sentenció.