Pablo Aránguiz vivió momentos difíciles en la Universidad de Chile por su rendimiento en el campo de juego y también porque fue parte de episodios extrafutbolisticos en el último tiempo. Su paso por el Centro Deportivo Azul quedó atrás, por lo que ahora se enfoca en el presente y futuro con Ñublense.
Jaime García llamó personalmente al mediocampista de 25 años para incorporarlo al equipo que jugará la fase de grupos de la Copa Libertadores 2023. La solicitud del "Búfalo" fue que se dejase trabajar, ya que tiene confianza plena en ayudarlo a recuperar su mejor forma futbolística.
Además de la confianza clave del DT, otro de los factores que podría ayudar al volante formado en la Unión Española es la buena vibra que existe en los "Diablos Rojos", un grato aire que pasa por los funcionarios, jugadores y dirigentes. "Hay un ambiente laboral que le encantaría a cualquier club tenerlo", expresó García hace unos días en conversación con En Cancha.
Un elemento importante para el mediocampista es su cercanía con Manuel Rivera, con quien nunca había compartido equipo antes en el profesionalismo. El volante de 26 años va por su tercera temporada en el cuadro chillanejo y lo conoce desde los 15 años, ya que ambos son de la comuna de Recoleta.
"Va llegar con otros aires, va a llegar nuevo, con la confianza que el profe ya le está dando", anticipaba el jugador que jugará un rol clave en la adaptación de su amigo.
En sus primeras prácticas, ya se vio a Manuel Rivera junto a Pablo Aránguiz. De hecho, en redes sociales Patricio Rubio compartió una foto, en la cual aparecen ambos junto Nicola Pérez, Bernardo Cerezo, Nozomi Kimura, Rodrigo Cisterna y Jorge Henríquez.
En ese sentido, el futbolista reactivó su Instagram, publicando una foto en la cual aparece en la pretemporada de Ñublense. El talentoso volante espera retomar el nivel que tuvo en la Unión Española, pero que no pudo ratificar en la Universidad de Chile. Para aquel objetivo ya se entrena en Paso Alejo desde el viernes de la semana pasada.