El ambiente parecía estar. La Plata amaneció con despliegue policial y vallas papales en las cercanías del estadio, aunque con un calor que desalentaba cualquier práctica deportiva. ¿Qué faltaba para un ambiente completo de Superclásico? Los hinchas. El breve intervalo entre el anuncio del encuentro con público y el propio partido, hizo que pocos hinchas se animaran a cruzar la Cordillera y a minutos del pitazo inicial, las galerías estaban desérticas. Contados a mano, no pasaban de cincuenta en total.
Pese a eso, el bus que trajo a Colo Colo hasta la capital de la provincia de Buenos Aires, venía con los jugadores ambientados, en modo clásico. Pegándole a las ventanas, como emulando un bombo, el plantel colocolino parecía fuera de contexto, pues sólo tres hinchas solitarios replicaban con uno de esos tantos cánticos pegajosos que suelen oírse en el Monumental.
El poco ambiente
El bus bullanguero llegó antes, con más silencio entre sus ocupantes. Los hinchas ni siquiera habían llegado a las inmediaciones del Estadio Uno de Estudiantes para ese entonces. Al rato, cuando los afortunados seguidores azules llegaron, tuvieron la suerte de ingresar por la entrada del local, la que tiene bares y pubs con cervezas que, aunque nada de baratos, lograron saciar la sed de los fanáticos.
El platense promedio tampoco sabía mucho lo que pasaba. No fueron pocos los deportistas que disfrutaban de un paseo por el bosque, lugar que colinda con el estadio Pincha y que suele ser de esparcimiento, y que se acercaron a preguntar qué diablos pasaba. Cuando les hablaban de "clásico chileno" ponían cara de sorpresa e incredulidad.
Aún así, del otro lado de la Cordillera, en ese país que llamamos Chile y que otros señalan que se acabó por ahí por octubre 2019, esperan con ansias que los dos grandes equipos chilenos se vean las caras por primera vez en 2022. En Argentina, con poco público y con un calor húmedo que podría transformarse en cualquier momento en una lluvia torrencial. Así de especial será este clásico. Esperemos que el ambiente lo pongan los jugadores.