Natalia Campos, a un año de la operación que le cambió la vida: “Estuve a punto de morir en la cancha”

La experimentada arquera, que este año defenderá a Unión Española, desmenuza en profundidad con En Cancha lo que vivió en la temporada pasada, en que enfrentó una larga recuperación, tras una delicadísima operación cerebral.

Natalia Campos compartió con En Cancha detalles hasta hoy inéditos de la incréible recuperación que experimentó después de ser sometida a una delicada intervención quirúrgica en el cerebro. Foto: Club Universidad de Chile.

Para la legendaria portera chilena Natalia Campos, la temporada 2024 será inolvidable. No por haber conseguido un logro monumental con la Selección Chilena; tampoco por haber conquistado algún título con La U. Eso, ya lo tiene en el bolsillo…

El año que pasó quedará para siempre marcado en la vida de la avezada golera ya que, lisa y llanamente, luchó por vivir. Así de claro: una operación al cerebro (tres, en rigor, en marzo de 2024) tuvo a la mundialista chilena en un largo proceso de recuperación, que hoy comparte en exclusiva con En Cancha.

Detalles asombrosos, como el momento en que los médicos que la atendieron notaron que el quiste que arrastraba desde hacía un tiempo en realidad escondía un tumor... O cuando quedó prácticamente sin sensaciones y, entre otras cosas, no era capaz de sentir sed o hambre. También, un esperanzador mensaje de vida... Una conversación íntima con una de las deportistas más representativas del Futfem nacional, que cuenta capítulos hasta ahora desconocidos de lo que le tocó enfrentar.

La increíble lucha de Natalia Campos contra un tumor cerebral

Natalia Campos relata que, si no es por una oferta concreta que le llegó desde el fútbol sueco, quizás la historia hubiera sido muy distinta. “Tenía desde hacía un tiempo esta oferta desde Suecia, del Djurgårdens (equipo de primera división, donde también había militado Daniela Zamora). Iría en la temporada de verano, porque la arquera estaba a préstamo; tenía listo eso. En 2023, no me había hecho la resonancia que me hago todos los años por el tema del quiste que tenía en la cabeza, porque como ese año había tenido una lesión en la mano, luego la Libertadores con la U, finalmente nunca me hice el examen. Dije, ‘ya, ahora en 2024 me lo hago’ y, como tenía esta opción de Suecia, lo adelanté. Y ahí me salió todo”, recuerda la guardavallas…

-¿Era muy grave el diagnóstico?

-Tenía el cerebelo desplazado, los ventrículos del cerebro dilatados, demasiado líquido en la cabeza, que se estaba juntando. La misma semana, me habían llamado desde Suecia, por si es que podía adelantar mi partida, porque se les había lesionado la arquera; eso fue un lunes. El martes, fui a control con el doctor de ese examen y no le creí lo que me decía, como buena chilena. Entonces, me fui a buscar una segunda opinión, el miércoles, en la Clínica Los Andes. Ahí, mi doctor (André Fassler) me dijo que yo estaba loca, que cómo se me había ocurrido ir a entrenar en la mañana, con ese nivel de hidrocefalia. Que en cualquier minuto me pasaba cualquier cosa. Despejaron todos los pabellones, para operarme ese lunes a las 8 de la mañana…

-Eso frenaba la partida a Suecia…

-El jueves fui a contar todo al camarín de la U y llamé a Suecia, explicando que no podía irme en esos momentos. Ese mismo día, ya no me sentía tan bien así que ingresé de urgencia a la clínica y esa misma noche me operaron, para descomprimir el cerebro. Ya iba a convulsionar.

Natalia Campos recuerda que fue, en cierta medida, el destino lo que evitó una tragedia. La U estaba programada para un partido por el Campeonato Nacional Femenino ante Cobresal y Ñata sería titular. “Ese fin de semana, jugaríamos en una cancha sintética y con el calor que estaba haciendo, a las 12 del día. Si sobrevivía hasta el fin de semana, hasta ahí nomás llegaba. Literalmente, si no me llegaba esa oferta de Suecia, podría haber muerto ese día en la cancha”…

-Fuiste ingresada de urgencia, entonces…

-La operación de ese jueves fue para descomprimir y, después, me pusieron una vía que va de la cabeza a una bolsa de recolección. Tuve que vivir por dos semanas con la cama en una inclinación de 30 grados, porque eso funciona con diferencias de presión. Y de verdad que no se lo doy a nadie.

-¿Qué vino después?

-Luego me sometieron a una cirugía el lunes, que fue una intervención larga, de la que desperté muy mal. Y cuando sacan el quiste, se dan cuenta de que tenía un tumor y que ese era el que me estaba obstruyendo. Después, ver cómo reaccionaba la cabeza, que había estado tanto tiempo sometida a esa obstrucción, que aumentaba la cantidad de líquido. Tenían que ver si eso bajaba o no...

-¿Y bajó?

-Como el cráneo es una estructura semirígida, con tanto tiempo sometido a esa anormalidad, se expandió un poco y, por eso, se llenó de líquido. Quedé con una válvula para toda la vida, que se cambia cada 10 años. Pregunté si podía seguir jugando fútbol y me dijeron que sí, que no había problemas. Claro que tengo que usar casco. Esa válvula me ha hecho sentir mejor, aunque tengo un cototo en la cabeza y, después, un cable que me va por debajo de la piel y llega a otra cicatriz que tengo en el abdomen; y allí va sacando el exceso de líquido al peritoneo.

-¿Fue demasiado dura la recuperación?

-No tanto en realidad. Quizás el ser deportista me ayudó. Sí, fue larga, pero difícil, no. Estaba más lenta, porque tomaba un medicamento para no convulsionar que me tenía el cerebro frito, derretido la verdad. Estaba más callada… En Narnia, básicamente…

-¿Problemas de memoria?

-Sobre todo la de corto plazo… Lo que pasa es que ese medicamento me condicionaba. Como no había convulsionado, pedí que me lo sacaran y allí empecé a comportarme mucho mejor, porque cognitivamente estaba más despierta…

-Paso a paso, entonces…

-Al principio, era levantarme de la cama, no estar todo el día acostada. Luego, salir a caminar, pero de a poco y trataba de hacerlo el domingo en la mañana, para que no hubiera ruido, porque el ruido me molestaba demasiado; el de los autos, los camiones, las micros, la tele muy fuerte, me era muy molesto… Y ya, de a poco, me subí a la trotadora, trabajos con bandas elásticas, cosas así, porque estaba debilucha. Había bajado 6 kilos y no sé cuánto en masa muscular. Como al mes desde que salí de la clínica volví al gimnasio, para empezar a fortalecer de a poco,

-¿Pensaste que no ibas a volver a jugar?

-Nunca, porque le creí a mi doctor, que me dijo que no iba a tener ningún problema.

-Tiene que haber sido muy especial el momento en que regresaste a las canchas…

-Sí y no. Y este argumento es difícil de entender. Lo que pasa es que como me movieron todo el cerebro, también movieron muchas partes relacionadas con las sensaciones. Por ejemplo, no sentía sed, no sentía hambre; increíblemente, no me ponía nerviosa. Me tocó el primer partido, que fue contra Palestino. ¡Por fin podía jugar, me dieron el alta, se cumplían los seis meses! Pero no estaba nerviosa, no me dolía la guata, no tenía esa sensación de nervios previos, que te ayuda a mantenerte enfocada, a estar alerta. No sentía nada. Tuvimos que hacer un trabajo con la sicóloga de la U (Carolina Delmonaco), en busca de otro enfoque. Si no podía contar con esas sensaciones, tenía que encontrar otra cosa, para generar confianza. ¿Cómo me enfrento a un partido si no tengo emociones? Fue un trabajo bastante profundo para recuperar eso.

La mundialista con La Roja ahora defenderá la camiseta de Unión Española. Foto: Prensa Unión Española.
Natalia Campos.La mundialista con La Roja ahora defenderá la camiseta de Unión Española. Foto: Prensa Unión Española.

Natalia Campos y una lección de vida

Para la arquera que hoy empieza una nueva expedición en la custodia del pórtico de Unión Española, lo vivido en 2024 es una gran lección de vida. Ahora ve las cosas con otros ojos. “Me pueden decir que es chamullo o una frase hecha, pero de verdad que la vida es muy corta. Te puede pasar algo, no te das cuenta. Así que hay que disfrutar el día a día, dejar de amargarse por tonteras”

-¿Eso es lo que sacas en limpio de esta experiencia?

-En cualquier momento, todo se puede ir a la mierda y no disfrutaste lo que de verdad tenías que disfrutar… Y pasas amargado por la pega, por el taco… ¡Weón!, disfruta a tu familia, a tus mascotas, a tus amigos. Disfruta lo que estás haciendo. Yo ahora voy a entrenar feliz de la vida; entreno en sintético y me importa nada, me estoy muriendo de calor con un casco, que te juro que me corre la gota, pero estoy feliz de estar en la cancha y ponerme los guantes. Hago lo que más me gusta y eso es lo más importante…

*Este domingo, En Cancha Prime traerá en exclusiva una entrevista a fondo con Natalia Campos, en que analiza la contingencia del fútbol femenino chileno.