Ignacio Jeraldino irá a la justicia por su caso en Audax: “Me querían meter la mano en el bolsillo”

En diálogo exclusivo con En Cancha, el delantero de los itálicos cuenta su calvario en el cuadro de La Florida y acusa directamente al presidente Gonzalo Cilley. “Su tema es el ego (...) No merece mi respeto”, dice.

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Ignacio Jeraldinoconversó en exclusiva con En Cancha. Foto: Agencia Aton.
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“Es una lástima lo que estoy viviendo, pero ya lo vengo experimentando hace casi un mes. Ahí la estamos remando”. Así comienza Ignacio Jeraldino su diálogo exclusivo con En Cancha.

El delantero del Audax Italiano, pretendido por Banfield en el reciente mercado de fichajes, rompe el silencio y relata lo que, desde fuera, parece un verdadero calvario, algo que él mismo ratifica.

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El atacante fue apartado de los entrenamientos del plantel por una orden dirigencial y su caso se hizo más bullado cuando se le impidió participar de la pretemporada de los itálicos a comienzos de enero, algo que incluso escaló a los terrenos del Sifup, donde no dudaron en denunciar públicamente la actitud del club, que posee el 50% de la carta del jugador (la otra mitad es propiedad del futbolista).

Hoy, el artillero -que marcó 12 goles la temporada pasada- decide sacar la voz y contar con lujo de detalles qué vivió y sigue viviendo en el conjunto que hace de local en el Bicentenario de La Florida.

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Ignacio JeraldinoEl delantero le cuenta su calvario a En Cancha. Foto: Agencia Aton.

-¿Cuándo comenzó todo este lío?

-La primera vez que percibí que estaba pasando algo raro fue cuando sentí muchísima presión por irme a Banfield. Llegó el presidente de Audax (Gonzalo Cilley) entusiasmado con la oferta de Banfield y a mí me gustaba la propuesta, pero había un contrato que respetar. Y al momento que me dicen que tengo que renunciar a parte de mi mitad (el club quería un 40% más, es decir, el 90% del total de la venta), ahí yo dije que no porque me estaban metiendo la mano en el bolsillo. Ahí ya todo estaba mal.

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-¿Cómo? ¿La mayoría del dinero tenía que ser para Audax?

-Sí, claro. Ejemplo: si eran 10 pesos, lo normal era que 5 fueran para el club y 5 para mí, pero ellos querían los 10. Y en una futura compra, además, querían que yo les diera el 40% mío y yo me quedara con el 10%.

-Y obvio no aceptaste...

-No, porque con Audax yo tenía todo claro en un contrato. Y ahora que ocurriera esto... Dije que no, como todo jugador haría, y ahí empezaron todos los problemas.

-¿A qué tipo de problemas te refieres?

-Yo me asesoré con el Sifup en todo este tema. A mí un sábado me llega un correo como a las 7 u 8 de la noche, diciéndome que no me presente a entrenar porque tenía libre. Yo, sabiendo la situación que estaba viviendo, me presenté igual. Luego, en el complejo me dicen que no me puedo vestir, que me tengo que quitar la ropa del club para no poner en problemas a los utileros ni a ningún trabajador, con los cuales yo hablo siempre. Bien, dije yo. No hice show ni ningún atado, me saqué la ropa y me quedé viendo el entrenamiento y filmando todo.

-¿Por qué?

-Debía tener evidencia para poseer un respaldo y mostrárselo al Sifup, porque en la nómina de pago después te pueden hasta descontar el día. Esa misma jornada me dijeron que no me presente a la pretemporada y yo les dije que no, que no podían excluirme así del plantel. Así que tomo la ropa, sin autorización de nadie, y me presento a las 14 horas, que fue la hora en la que salió el bus del Estadio de La Florida. Ahí, para no armar polémica, esperé que alguien se presentara y me dijera qué pasaba, y me dijeron que por orden de arriba yo no podía subir.

-¿Qué hiciste entonces?

-Me fui a mi casa, estuve todo el día allí. Al día siguiente me citaron a entrenar a las 9 de la mañana al complejo, y el único que estaba allí era el guardia, que me dijo que antes de entrar llamara al presidente, lo cual no hice, porque no tenía que llamarlo para ponerme a entrenar. Llego, entro, no tenía ropa, no tenía un preparador físico, un kinesiólogo, estaba todo cerrado...

-¿Intentaste a hablar con el presidente después para ver si se resolvía esto?

-Pasaron los días y yo me reintegré a la pretemporada. Al poco tiempo, me llama él y hablamos como 25 minutos, en una conversación en la que estaba mi representante también. Quedamos todo OK. Borrón y cuenta nueva, pasemos la página y en auto particular yo viajaba a Talca a incorporarme a los entrenamientos. En la mañana yo me meto a Instagram y veo un comunicado del club en el que básicamente me echaban toda la culpa a mí.

-¿Y qué pensaste en ese momento?

-Que tenía que defenderme, que tenía que salir a hablar porque lo que se decía no era así.

-¿Y entrenaste igual después de eso?

-Sí, un poco enojado obviamente, porque un poquito más y me trataban como un animal, y acá todos somos personas.

-¿Cómo siguió la historia?

-Después de la pretemporada, Gonzalo Cilley me pide hablar y yo le dije que no podía porque mi familia estaba en La Serena y yo la tenía que ir a buscar al aeropuerto. Si me avisaba con anticipación, no había problema, pero me lo hicieron saber después de un entrenamiento. Después, a través de un tercero, como casi siempre era, me dicen otra vez que el presidente quiere hablar conmigo. Bien, digo yo, me presento y nos sentamos en la mesa con Fernando Martinuzzi (gerente general), Christian Bassedas (gerente deportivo) y él en la cabecera. Los saludo a todos de la mano y el presidente me dice de una: “Conmigo no vas a jugar y no vas a ser citado en todo el año, ni siquiera los amistosos”. Yo, la verdad, ya sabía que la cosa iba para allá. “¿Eso era?“, le pregunto. ”Sí -me dice- Por tus actitudes estoy tomando esta decisión”. Bueno, le digo, acá tú eres el dueño, tú eres el que manda. Si era eso, bien... Me paré y me fui.

-Esto suena a discriminación, ¿o no?

-Yo creo que sí es discriminación. El año pasado yo ayudé bastante al club. Sé que esto es grupal, pero yo aporté. Entonces, que ahora me vengan a tratar como un niño de 10 años, no sé... Se siente mal. Sí, me siento discriminado.

-¿Siempre fue así contigo el presidente?

-Él no era de hacerse presente en el club. Habrá venido tres o cuatro veces en el año al complejo, pero bueno, es lo de menos. No se me puede apartar así del equipo, hacerme entrenar solo, quitarme la ropa del Audax... Son decisiones de él, claro está. Yo sentí que me pasaron a llevar, que podían a hacer conmigo lo que querían. Le mandé un mensaje después para arreglar las cosas y me lo responde al día siguiente diciéndome que la decisión ya estaba tomada. Ahí sentí que la relación ya estaba rota. Yo voy a tomar acciones legales, porque conversar ya no va. Si él no quiso pasar la página como dijo, cosa de él. No voy a rogarle.

Gonzalo CilleyPresidente del Audax Italiano.

Ignacio Jeraldino: “A Audax lo maneja un tipo que no merece mi respeto”

-Qué difícil debe ser vivir esta situación en un club que se te nota quieres mucho...

-Sí, el cariño por Audax siempre va a estar. Me vendieron a México, me acogieron cuando tuve un mal año. Volví y fui goleador, el mejor asistidor del club en la temporada. Lamentablemente, hoy lo maneja un tipo que no se merece mi respeto.

-¿Eres capaz de separar a la gente del club del accionar del presidente?

-Sí, los que están alrededor la verdad es que no pueden hacer mucho. Él dueño es él y se tiene que hacer lo que él quiere. La gente de su lado le trabaja como cualquier trabajador a su empleador, donde si no se hace lo que se pide, lo peor que puede pasar es el despido. Los entiendo. Quieren salvar su trabajo y yo no me las tomo con ellos. Quien manda es el de arriba.

-Suena a la descripción de un dictador...

-Sí. Si él hubiese querido dejar todo atrás, lo habría hecho ya. Dice que Audax es un equipo familiar... Le mando mensajes y los responde de forma cortante. Su actitud era como de “¿Quieres esto? Fírmame aquí“. No puede ser así. Yo no me dejé meter la mano al bolsillo porque tengo familia y me debo a ellos, no a gente que me da trabajo por uno o dos años.

-La carrera de un futbolista es corta y con toda esta situación te estás arriesgando a quedarte sin jugar por un buen tiempo. Lo sabes, ¿cierto?

-Sí, lo sé, lo tengo claro. Él me lo hizo saber además, pero bueno, así está la cosa. Yo no voy a regalar dinero que me pertenece a mí por contrato.

-¿Cómo quedó la relación con tus compañeros después de esto?

-Mis amigos y mi representante me aconsejaron hablar directamente con el grupo y así lo hice, porque al final ellos serán lo que estarán a mi lado durante el año, independientemente si me citan o no. Lo hablé con ellos, le pedí la palabra al profe, y aclaré todo. Les informé que mi próximo paso es tomar acciones legales. Quería que lo supieran de mi boca y que no se enteraran por otro lado.

-¿Y hoy entrenas apartado del plantel?

-Sí.

Audax ItalianoEl plantel itálico, en principio, no contaría con Ignacio Jeraldino.

-Muchas veces el futbolista calla cosas para no perjudicar al grupo, Ignacio...

-Sí, y hasta lo pensé, porque el equipo ahora juega Copa Chile, pero ya es el momento, porque tenía que desahogarme también. Se los dije de frente porque quizás muchos pensaban que ocurrían otras cosas y quería que supieran la verdad.

-¿Es esto un lío económico ya?

-Sí. Yo hago la siguiente pregunta: ¿qué pasaría si yo le hubiera hecho una propuesta así? Imagina yo le dijera al presidente ya, me voy, pero tú quédate con el 10% y yo con el 90%... Estaría pasando el mismo problema, porque nadie quiere que le quiten plata del bolsillo. Yo creo que su tema es algo de ego. Poquito más y el tipo quiere que lo saluden de abrazo y beso en la cara, y yo no soy así. Esto es puro ego de él.

-¿Tenías problemas en irte de Audax Italiano?

-No, porque también iba a ayudar al club. Además, el fútbol argentino exporta mucho a Europa, o hasta un equipo grande te puede comprar si haces una buena campaña. Yo hablé con el presidente de Banfield y le dije que él no tenía la culpa de nada. Ellos hicieron todo lo posible para que se concrete el fichaje, pero yo no puedo regalar dinero. La Liga Argentina yo la veo con buenos ojos. Imagínate, jugar todos los fines de semana con los estadios llenos...

-¿Otros equipos de Chile te contactaron? Se hablaba de la Universidad de Chile y la Universidad Católica...

-Si te soy sincero, mi representante me dijo que había una oferta formal de Católica y que también hubo un llamado de la U. Pero alguien habló mal de mí, dando referencias como que me entrenaba mal, que estaba con sobrepeso, que le hacía mal al camarín...

-¿Quién?

-Del mismo club se habló eso (Audax), y yo con mayor razón no quería hablar con Gonzalo porque sospechaba de dónde pudo salir. Si tú preguntas a mi compañeros, nadie te va a decir que me entreno mal o que le hago mal al grupo. Yo antes que futbolista, soy ser humano y me fijo mucho en las personas. Mira, contra Palestino se me acerca un histórico de Audax y me pregunta si estoy bien de la lesión. Yo le dije qué lesión, no estoy lesionado. Ahí tú te vas dando cuenta que de arriba están diciendo cosas... Claro, me estaban ensuciando.

-Qué situación desagradable...

-Sí, está difícil. Yo ya puse las cartas sobre la mesa. Le dije a mis compañeros que de ahora en adelante va todo por la vía legal. Después, mi apoyo es total. Voy a ir como hincha a ver al equipo.

-¿Y no tienes miedo que no te dejen pasar? Digo, si te pusieron problemas para entrenar...

-Bueno, es probable que no pueda entrar, pero yo tengo contrato hasta diciembre y me tienen que respetar como trabajador y como persona. Tengo buena relación con todos, con los guardias, cocineras, utileros, todos... Aquí el único problema es con el presidente.

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