Ilusiona a todo Concepción y le agradece al fútbol: “Fue un escape al mal camino de las drogas y la delincuencia”

“Mis padres decidieron que nos teníamos que cambiar de casa para mejorar el ambiente. Sintieron que era una buena medida para ayudarme en mi carrera como futbolista”, señaló a En Cancha Ignacio Mesías, delantero de 23 años que busca el ascenso a Primera B con el León de Collao.

Entrevista. Ignacio Mesías, goleador de Deportes Concepción: “El fútbol fue un escape al mal camino de las drogas y la delincuencia”. Foto: Personal Ignacio Mesías.

A falta de siete fechas para el final de la Segunda División, son tres los equipos que mejor posicionados están para lograr el ascenso a Primera B. Uno de ellos es Deportes Concepción, que tiene entre sus goleadores a Ignacio Mesías (23), segundo en la tabla de artilleros del torneo, con 11 tantos

El atacante, máximo anotador del club en la temporada, dialogó con En Cancha un día después de convertir un hat-trick en la victoria por 5-2 sobre Real San Joaquín. El oriundo de Los Andes recordó cómo fue su infancia, lo difícil que fue salir de su casa y el mal camino que pudo haber tomado si es que no hubiera optado por el fútbol.

“Tuve una infancia muy linda, siempre con mi familia y las amistades que forjé en la ciudad. Vivíamos en un block, jugábamos a la pelota todo el día. Sin embargo, por un lado fue difícil, por lo peligroso del entorno donde las drogas y la delincuencia eran pan de cada día”, comienza diciendo Mesías a este medio.

La infancia de Ignacio Mesías y sus primeros pasos en el fútbol

-¿Cómo se da tu llegada a Deportes Concepción este año?

-Había terminado mi etapa en Deportes Melipilla y me llama el profe Cristian Lovrincevich para que me sumara. Sin pensarlo mucho, le dije que sí, porque la idea me atrajo desde un principio. Me invitó a conocer las instalaciones del club, jugué un partido amistoso contra Ñublense y me sumé de lleno al club.

-¿Te has acostumbrado a la ciudad? Es primera vez que estás en un equipo del sur del país...

-La verdad es que sí. Yo acá vivo con mi pareja, con quien estoy desde chico. Llevamos seis años, nos conocimos en Los Andes y desde que fui a Arica en 2022 que va a todos lados conmigo. Ha sido muy importante en mi vida y en mi carrera. Me apoya mucho, igual que toda su familia. Con su compañía, es mucho más fácil adaptarme fuera de casa.

-¿Extrañas tu ciudad natal? ¿Cómo es la relación con tus padres, estando tan lejos?

-Por supuesto. Uno siempre atesora el lugar donde creció. Yo viví de chico en Los Andes con mis padres y mi hermana. Siempre tuvimos muy buena relación y me guiaron por el buen camino. Hoy estamos lejos, pero siempre nos comunicamos con el mismo amor y cariño que me entregaron.

Parte de la familia de Ignacio Mesías, delantero de Deportes Concepción.
Parte de la familia de Ignacio Mesías, delantero de Deportes Concepción.

-¿Cómo recuerdas tu infancia y la vida en el barrio?

-Siempre tengo los mejores recuerdos. Ahí fue donde pasé mis mejores momentos y donde empezó mi fanatismo por el fútbol. Mi infancia era jugar a la pelota, entrar a comer y después nuevamente salir a jugar, pese a que el entorno no era de los mejores.

-¿Por qué no era de los mejores?

-En el barrio había mucha delincuencia y las drogas siempre estaban presentes, es una de las peores poblaciones de Los Andes. Si bien yo tenía amigos de todo tipo, preferí siempre enfocarme en el fútbol, jugar y hacer deporte. La mayoría del tiempo la pasábamos en una cancha de baby fútbol y eso nos motivó a salir de ahí y no meterme en ese ambiente. Vi de todo en el barrio.

-¿Nunca te interesó entrar en ese mundo?

-No, porque mi foco siempre estuvo en el fútbol. Mis padres siempre se preocuparon por eso, porque yo igual tenía amigos que estaban por el mal camino y me juntaba de vez en cuando con ellos. Cuando me veían ahí, en la casa me amenazaban que si me veían compartiendo con ellos, me iban a poner derechito.

-¿Te viste afectado de alguna manera por lo que se vivía en tu entorno?

-La verdad es que no. Como era de ahí, a nosotros nos conocían, pero sí hubo un momento en que llegó gente peligrosa que, si bien no te ofrecían drogas, hacía lo posible para que entraras en ese mundo.

-Entonces se puede decir que el fútbol fue un tipo de salvación...

-Sí, claramente. Fue una vía de escape. Me gustaba mucho el fútbol, pese a que desde un principio lo tomé solo como un juego. Con el paso del tiempo, entré a los cadetes de San Felipe y me dediqué 100% a eso. De hecho, mis padres decidieron que nos teníamos que cambiar de casa para mejorar el ambiente. Sintieron que era una buena medida para ayudarme en lo que iba a hacer mi carrera como futbolista.

-¿Cómo nace tu amor por el fútbol?

-Mi papá me lo inculcó. Cada siete días, cuando bajaba de la mina, veíamos todo el día fútbol. Íbamos a jugar a la pelota y a veces me llevaba a la cancha para verlo. A él y a mi mamá le debo todo. Ellos hicieron un gran esfuerzo para darme el dinero para ir a entrenar y llevarme a San Felipe. A mi papá, por ejemplo, le quedaban los últimos 10 mil pesos para la semana y prefería dármelos a mí con el fin de poder ir a entrenar.

-Debutaste en San Felipe pero tiempo después partiste a San Antonio Unido. ¿Cómo fue esa etapa, la primera lejos de tu familia?

-Fue la etapa más difícil que tuve que superar en mi carrera. Yo fui con la esperanza de tener minutos y en los primeros 5-6 partidos no me tocó jugar. Se volvió todo muy difícil, además no estaba con mi familia ni mi polola. Ese año, desde lo emocional, fue muy complicado. De estar siempre con ellos a no verlos casi nunca. Fue duro.

-¿Cómo superaste ese momento? ¿No se te pasó por la cabeza dejar el club?

-Con el correr del tiempo mi familia comenzó a viajar para verme y también conocí gente que me ayudó mucho, como la tía Sandra y el tío Mella que eran los que estaban en la pensión donde vivía. Y sí, pensé en dejarlo, porque lo estaba pasando muy mal, pero mi motivación por lograr mis objetivos en el fútbol siempre fueron más importantes.

Ignacio Mesías está teniendo la mejor temporada de su carrera.
Ignacio Mesías está teniendo la mejor temporada de su carrera.

Su buen momento en Deportes Concepción y las expectativas del ascenso

-Vaya momento estás viviendo. Segundo máximo artillero de la Segunda División y goleador del club en la temporada.

-Estoy contento. Yo llegué con el objetivo de jugar, porque no había tenido una regularidad en los años anteriores. Sabía que los goles iban a llegar y no me lo tomaba con tanto apremio, mi foco era jugar y no soltar la camiseta de titular. Aunque no me esperaba llegar a esta cantidad de goles que llevo hoy, pero el trabajo te premia y eso me ha llevado a este buen momento.

-El fin de semana pasado hiciste tu segundo hat-trick del año...

-Fue un lindo partido. Tenía muchas ganas de hacer un gol, porque hacía cuatro partidos que no marcaba. Por eso valoro tanto haber anotado tres. Feliz por la actuación personal pero por sobre todo por el equipo, derrotamos a un buen rival y nos hemos mantenido firmes pese a todas las situaciones que hemos vivido.

-¿Dónde guardas los dos balones que has ganado esta temporada?

-Las tengo en mi pieza, al lado de la cama. Apenas me levanto las veo y me motivo a seguir luchando por mí y el equipo para seguir haciendo goles y ayudar a lograr el objetivo del ascenso.

-¿A qué se debe esta regularidad que no lograste en años anteriores?

-Yo creo que pasa mucho por la madurez. Antes era inmaduro, caía muy fácil en la frustración y hoy lo manejo de mejor forma con un psicólogo deportivo. Creo que eso ha sido clave. Al club llegó una persona que nos trabaja lo mental y nos ha ayudado bastante, un elemento que todo club debiera tener. Aunque uno no lo crea, es clave. El futbolista también es persona, tiene sentimientos y eso repercute en el rendimiento.