Jugó en la Unión Española, Cobreloa, Colo Colo -entre otros equipos- y hasta se dio el lujo de desarrollar su carrera en el extranjero, más precisamente en España, Brasil y Colombia. Es Jean Paul Pineda, hoy de 35 años, que lamentablemente ha salido de las planas deportivas para ser protagonista de los segmentos policiales y de farándula en el último tiempo.
Y es que el delantero fue denunciado hace un mes por Faloon Larraguibel -la modelo y animadora de televisión con la que tiene tres hijos- por violencia intrafamiliar, lo que le valió quedar con la medida cautelar de acercarse a ella. Hoy, eso, lo quiere dejar en el pasado y centrarse en lo suyo, el fútbol, donde ya tiene nueva casa: Real San Joaquín en la Segunda División.
“Más que un renacer, lo estoy tomando como una oportunidad. Voy a estar agradecido eternamente de la posibilidad que me está dando Real San Joaquín. No he querido hablar mucho acerca de mi tema personal, porque lo que quiero es que se hable de mi profesión, de la calidad de jugador que soy. Estoy aprovechando esta chance. Ya llevo 4 partidos jugados, he hecho goles, dando asistencias, y eso quiero que sea mi vida, es lo que más me importa, lo que más amo”, le comenta a En Cancha el atacante.
-Y después de lo que ha pasado, ¿estás bien?
-Sí, y si yo estoy bien, los que más van a disfrutar de esto son mis hijos. Siempre quise eso, que me volvieran a ver jugar nuevamente. Uno me pidió un gol y se lo pude dedicar.
-De todas formas, me imagino que tu separación y el tema judicial repercutió en lo profesional. ¿Estás tomando el fútbol como una forma de terapia para mejorar y dejar todo eso atrás?
-No, la terapia la veo con gente que es especialista y que te ayuda a superar estos momentos complejos. Este último tiempo he estado con sicólogo y coaching deportivo para ver dónde apuntar. Mis objetivos son claros: quiero volver a estudiar para poder a ser técnico en un futuro, y ahora jugar, rendir y responderle al club que confió en mí. Estoy en eso y muy feliz, porque todo va de la mano.
-¿Cómo está la relación con tus hijos?
-Yo siempre he sido un padre presente y he tenido su cariño, y para mí es importante que ellos me vean bien, haciendo lo que yo amo.
-¿Te afecta lo que se habla de ti en programas de farándula, por ejemplo?
-No tengo control de eso, no he querido hablar, no me he referido a mi situación familiar. No me hago responsable de las cosas que han dicho otras personas. Me han atacado mucho, se han dicho muchas cosas... Pero es lo que vende. Yo, la verdad, estoy enfocado en que mi nombre se limpie, que se hable de mí en lo deportivo, de mí jugando, que es lo que siempre hice. Estoy muy tranquilo. Gracias a Dios estoy en paz, esperando que las cosas se tengan que dar. Yo pienso que el tiempo es lo que te va fortaleciendo, te va ayudando a comprender y a sanar. Yo le deseo lo mejor a la madre de mis hijos, y que cualquier situación que se dé entre nosotros, que sea lo mejor para ellos.
-Se te oye como alguien que quiere dar vuelta la página...
-Y sí, estoy siendo una persona nueva. La verdad que no me quita el sueño el terminar más arriba mi carrera. Estoy en un proceso donde me estoy limpiando de todo. Después, bueno, lo que digan en televisión no es responsabilidad mía. Ni en la tele ni en el mundo hay gente que no tenga tejado de vidrio, y en las redes menos, donde te involucran en tantas cosas no sé con qué fin. A mí me parece lógico guardar silencio ante eso porque tengo hijos y no quiero que ellos sufran esas acusaciones públicas. Estoy en lo mío, creciendo, mejorando y tratando de contenerlos a ellos también.
Jean Paul Pineda en la cancha
-Hablemos de fútbol. ¿Qué me puedes contar de Real San Joaquín y del rol que tienes allí?
-San Joaquín me abrió las puertas en un momento complejo. Confiaron en mí para traspasar mis experiencias en el fútbol también, sobre todo a los más jóvenes, a los niños que están recién creciendo en esta actividad. Estoy tratando de aportar desde donde me toque, hasta con charlas para los más chicos. Yo quiero que me vean como uno más. Ando contento, feliz, tirando la talla en todo momento y gracias a Dios llegué a un gran grupo, que me dio el apoyo desde el primer minuto. Me puse rápidamente a disposición. Trato de ayudar a los juveniles que el profe quiere hacer debutar también, dándoles consejos.
-Jugaste en Primera División, en la B también y hasta en el extranjero. Me imagino que jugar Segunda División es un golpe de realidad fuerte. ¿Cómo ha sido?
-La categoría está cada día más profesional. El Sifup y la ANFP han logrado materializar algunos cambios positivos, aunque a todos nos gustaría que hubiera un segundo ascenso, porque tener solo uno es más como un castigo. De todos modos, está todo muy profesional también, con mucha televisación de partidos, lo que es importante para los más jóvenes, que quieren mostrarse y seguir creciendo.
-¿Te siguen quedando sueños como futbolista?
-Yo también quiero mostrarme, porque una de mis metas es seguir destacando y terminar mi carrera en una categoría más alta. Voy a hacer todo para poder colgar los botines en Primera División, que es donde siempre jugué. Después, mis temas personales lo está viendo gente que sabe. Yo me enfoco en lo mío. Obviamente, hay cosas que me hubiese gustado que no pasaran, pero yo estoy poniéndole toda la energía en estar mejor, porque me importa que mis hijos me vean bien.