Hablar de Mauricio Zenteno significa apuntar hacia un referente silencioso. El defensor, que en Universidad Católica alcanzó la gloria al conquistar el Clausura 2005 en una recordada final contra Universidad de Chile, brilló en el club que lo formó, pero partió sin muchos aspavientos hasta aterrizar en Deportes Iquique, donde hizo el grueso de su carrera.
Con pasos entremedio por Huachipato y Deportes La Serena, el nacido en Linares se hizo un nombre en los Dragones Celestes, elenco al que defendió entre 2012 y 2021. Casi una década, en que vivió de todo con la camiseta iquiqueña, pues levantó la Copa Chile en la temporada 2013-2014 y también lloró con el descenso en 2020.
Un trayecto que lo posicionó como uno de los referentes modernos del cuadro nortino y que finalizó tal como fue su carrera, lejos de un ruido mediático que lo tuviera cerca de los focos pero con un registro que muchos soñarían tener: 247 partidos totales con la camiseta de Deportes Iquique antes de colgar los botines.
Dos años después del adiós, el defensor levantó el teléfono desde su ciudad natal para conversar con En Cancha sobre su presente, sus sueños como técnico, su vínculo con Deportes Linares y para, en general, repasar esa carrera que mira con menos nostalgia de la que imaginó en un principio.
“Pensé que me iba a costar mucho más. Obviamente uno a veces extraña las concentraciones, el camarín y lo que se vive en torno al fútbol, pero sinceramente pensé que sería más difícil”, comentó con franqueza el ex futbolista.
- ¿A qué dedicas tu tiempo actualmente?
-Terminé mi curso de entrenador en diciembre. Me falta la titulación, pero tengo todos los ramos pasados, así que contento porque quería tener el curso por una eventual posibilidad de dirigir. Pienso siempre en empezar de menos a más y hoy estoy con una escuela en Linares desde hace cuatro meses y tenemos 90 niños ahí.
-Buen recibimiento de la gente en tu ciudad...
-A pesar de que dicen que uno no es profeta en su tierra, porque siento que me conocen más en Iquique que en Linares, acá tengo a mi familia, mis amigos y sentí que acá era el lugar para reinventarme y en eso estoy.
-Tiempo para la familia que escasea durante el profesionalismo, ¿o no?
-Un poco por los viajes, entrenamientos y concentraciones, además que estuvimos mucho tiempo en Iquique. Tengo a mi hijo de 14 años y mi hija de 8 y se habían acostumbrado a la ciudad, pero ya están cómodos acá.
-¿Y piensan en el fútbol?
-No. El chico jugó un tiempo, pero les gustan otras cosas. No va por ahí el camino.
-¿Y cómo ha sido el proceso de estar enseñando a niños como entrenador?
-Trato de disfrutar y que ellos disfruten el juego. Es bueno que las ciudades más pequeñas tengan actividades, pero es ideal que lo aprovechen antes de pensar en el futuro.
-Además, en una ciudad que se ilusiona con lo que puede hacer Deportes Linares en Segunda División...
-Se ha creado gran expectativa y los nombres que han llegado son importantes. La gente está ilusionada con que Linares pueda volver a Primera B y siento que se está armando un buen proyecto. Jaime (N de la R: Jaime Valdés, nuevo propietario del club) tiene mucha intención que se suba y sí, ojalá sea un gran año.
-¿No pensaste en retirarte en el club?
-Al principio, cuando recién me retiré, tenía la intención. Jugué hasta los 15 años acá y me tuve que ir a Universidad Católica para hacer mi carrera, así que podría haber sido lindo, peor no se dio.
- ¿Y si te llama el Pajarito Valdés?
-Ja, no. Ya estoy en otra. Estoy muy centrado en trabajar con los niños y ahí ir quemando etapas.
“Ojalá Iquique se quede mucho tiempo en Primera División”
Cuando el pasado 10 de diciembre Deportes Iquique consumó su retorno a Primera División, tras derrotar a Santiago Wanderers desde el punto penal en la Liguilla, Mauricio Zenteno festejó como un hincha más.
“Feliz por el presidente (N. de la R: Césare Rossi, presidente de Deportes Iquique) y porque le tengo mucho cariño al club. El hincha me trató muy bien y sigo al equipo a pesar de que estoy lejos. Contento por la gente que lo sigue a todos lados. Si te fijas, Iquique siempre juega con estadios llenos y siento que el club se lo merecía, porque nos dolió bajar”, comentó Mauricio Zenteno al abrir la parte celeste de su corazón.
-Costó sangre, sudor y lágrimas la vuelta a Primera División...
-Es que los clubes están contratando jugadores importantes en Primera B y eso le ha dado un plus. Mi último año de carrera fue en la B y ya estaba esa sensación de que cualquiera le gana a cualquiera, que se notó más aún en 2023. Fue un campeonato entretenido y competitivo y eso le da más valor a lo hecho por el equipo.
-Ahora viene la tarea de mantenerse...
-Sí. Imagínate todo lo que le costó a Cobreloa y a Iquique, por lo que tiene que ser la gran meta para este año, pero al club llegó Miguel (Ramírez) a quién tuve de ayudante de Jaime Vera y casi fui su compañero en Universidad Católica. Es alguien con mucha capacidad y ojalá Iquique se quede mucho tiempo en Primera División.
-Sería importante que le vaya bien a Miguel Ramírez, pensando en los técnicos chilenos...
-Siento que hay técnicos muy buenos y que se les está dando la oportunidad . Un buen ejemplo es Nicolás Núñez, con quien compartí y sé de su capacidad. Obviamente, los equipos grandes no esperan tanto y se tienen que ver resultados, pero tengo plena confianza en que al Nico le irá bien, es lo que deseo.
-¿Y te ves en esa lista de entrenadores en el corto plazo?
-Vamos de a poco. Me gustaría mucho dirigir a Deportes Iquique algún día, pero sé que falta mucho. Quiero sumar experiencia en inferiores, ser ayudante y quizás ir avanzando. No estoy desesperado por dirigir.
-¿Quizás cuando se aburran de tenerte en la casa?
-¡Ja!, no, no es tan así. Trabajo en la mañana, así que salgo harto. Cuando recién me retiré, mi señora me miraba raro por tenerme tanto tiempo aquí, pero ha sido un proceso muy natural y con ganas de ir día a día.
