Entrevista | Walter Erviti, DT de Audax Italiano: “Si hoy estoy acá es por la voluntad de Dios”

El nuevo entrenador itálico sostiene un exclusivo mano a mano con En Cancha, en que aborda temas como la fe, el paro de futbolistas y, por supuesto, lo que busca plasmar en su equipo. “Tengo claro que no soy Mourinho”, dice.

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Es la primera entrevista que concede desde que arribó al fútbol chileno. Es Walter Erviti, de 43 años, nuevo entrenador de Audax Italiano, que tiene la misión de volver a posicionar al club en los lugares de relevancia de nuestro balompié.

El recordado exvolante de Boca Juniors sorprendió por su fichaje en Chile. Pese a los pocos pergaminos que tiene como DT -reconocidos por él mismo-, se tiene fe. En este mano a mano con En Cancha asegura que el medio nacional es tierra fértil para los entrenadores argentinos que hacen sus primeras armas, y que su Audax puede dar que hablar este 2024.

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Además, el adiestrador itálico se da el tiempo de tocar un aspecto importante en su vida como lo es la fe en Dios, y también tiene palabras para la decisión que adoptó el Sifup de parar la actividad hasta que se resuelva el tema de los cupos de extranjeros en los planteles.

-Eres un tipo de elegir con pinzas y pensar muy bien dónde trabajar. ¿Por qué Audax?

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-No es que elija o no elija, pero tengo mis valores, mis creencias. Confío mucho en Dios y no es que sea un pastor, pero soy una persona que durante 40 años ha depositado su fe en Él, que siempre me ha acompañado y bendecido. Entonces, siempre que me llega una posibilidad de trabajo o se da una charla, lo dejo en sus manos. En esta ocasión, esta negociación se fue encaminando y si se dio. Hoy estoy acá es porque es la voluntad de Dios, que es mucho más grande que cualquier deseo terrenal que pueda tener yo. A esto hay que sumarle que yo jamás tomaría una decisión que me alejara de mi familia, como suele suceder en este trabajo, pero tengo fe. Creo que Dios me puso acá y trato de aprovechar la oportunidad que me dio.

-¿Estás solo en Chile?

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-Sí, mi familia está en Buenos Aires.

-¿Y es muy difícil? Porque se nota que eres muy apegado a tu familia.

-Sí. Normalmente, los seres humanos hablamos mucho de salir de la zona de confort y a veces llenamos nuestro ego con eso. Uno no sale de su zona de confort si no te duele realmente, y a mí, en estos momentos, el estar lejos de mi familia me está doliendo mucho, pero entiendo que es la voluntad de Dios. Lo tomo como una posibilidad que me da la vida para intentar ser la mejor versión de mí mismo. Dios me da la posibilidad de comer todos los días, de vivir en un ambiente lleno de amor, rodeado de gente querible, pero sé que Él ahora me pone en esta situación también, donde me aleja de la gente que quiero, que amo y pongo mi fe en que esto va a ser para su Gloria.

-¿Y en lo deportivo? ¿Qué viste en Audax Italiano?

-La realidad es que la propuesta deportiva de Audax es muy parecida a la que me han hecho otros equipos. Tengo la posibilidad de armar un equipo competitivo, de poder estar a la altura de la liga chilena. Es una propuesta a mi nivel, a mi jerarquía. Yo no soy Mourinho, lo tengo claro, así que todas las ofertas que me llegan son muy similares, con presupuestos bajos, donde mi tiempo dentro del club depende mucho de los resultados, eso es lógico. No tengo una experiencia que le haga creer a los dirigentes que puedo lograr algo en 8 meses, por ejemplo, no tengo esa base, esa es la realidad. Pero bueno, los dueños del club han sido muy claros, muy generosos, eso es importante, me han hablado de sus deseos de poder jerarquizar la institución y lograr cosas importantes. El lugar de entrenamiento es de primer nivel, al igual que la ciudad; los jugadores, lo mismo. Han demostrado jerarquía y valor y mi trabajo es acompañarlos en ese proceso. Estamos ilusionados.

-Estuviste muy cerca de fichar en Unión La Calera y, aunque no se dio, de todas formas te permitió estudiar más el fútbol chileno, ¿no?

-Sí. Siempre cuando sale un trabajo nuevo, esa persona tiene la responsabilidad de conocer el contexto e informarse y asesorarse. Estuve varios meses viendo a los futbolistas, a los técnicos en el medio. Cuando estudié a la liga chilena me pareció seria, que le da una cierta plataforma a los técnicos de mi nivel y eso te da seguridad. Todo eso me ayudó a tomar esta decisión un poco más seguro.

-¿Y ya comienzas a notar diferencias entre el fútbol argentino y el chileno?

-Yo siento que la gran diferencia es que acá los clubes son sociedades anónimas, es decir, empresas que toman decisiones más racionales que emocionales. En Argentina, muchas veces las determinaciones pasan por las emociones, porque los dueños son hinchas de los clubes y a veces muchos de ellos son presionados por los hinchas, que también quieren tomar decisiones. Los presupuestos no son muy buenos allá y entonces la mayoría de los entrenadores de mi nivel tienen que entregar mucho a cambio de muy poco y eso a mí, como ser humano, se me hace injusto. Siento que en Chile las cosas están mucho más claras, es simple de entender el proyecto, porque es una persona la que está encargada y la comunicación es directa, no hay tantas versiones, y eso hace más fácil trabajar. Después, se gana y se pierde, claro. No es fácil ser entrenador, es complejo.

-Pero el haber sido jugador te da un conocimiento de cómo funcionan las cosas.

-Sí, pero el que yo haya jugado 20 años al fútbol no me da el conocimiento de las cosas que vive un entrenador. Un técnico vive un montón de cosas que los jugadores no se imaginan, que los periodistas no entienden y que los dirigentes no terminan de analizar. Para conocer este rol, hay que vivirlo y para eso necesitas tiempo. Siento que en la liga chilena puedo encontrar esa posibilidad.

-Dirigiste Atlanta en Argentina y tu estilo era muy vistoso: tratar de jugar siempre, mover el balón, hacer jugadas elaboradas. ¿Será ese tu estilo en Audax o te adaptarás a las características de tus pupilos?

-Yo fui futbolista y entiendo que el jugador está por encima de todo. Uno lo que hace es darles las herramientas y después ellos tomarán las decisiones que deban tomar. Yo no doy órdenes, no impongo nada. Sí trabajo para ver algo que a mí me gustaría ver, o sea, tratar de moldear un producto que después termine disfrutando. Más allá de que el objetivo siempre sea ganar, soy un tipo que cree mucho en las formas, dentro y fuera de la cancha, es decir, no solo que dominen bien la pelota y la metan en un ángulo, sino que también sean futbolistas respetuosos, con una conducta honorable y que sean ejemplos para la sociedad. Después, soy consciente de lo que tengo que pedir, porque no le puedo exigir a un central que nunca paró la pelota, que la pare. No, ahí la responsabilidad es mía, porque yo tengo que escoger a un central que la pare. El entrenador depende cien por ciento de sus futbolistas y soy yo el encargado de darles las herramientas para que las cosas salgan bien.

-¿Pudiste elegir los refuerzos en Audax?

-Yo en mi plantel tengo a los jugadores que nosotros como cuerpo técnico queríamos tener y eso es un gran placer. El club ha trabajado mucho para traer lo que le pedimos y, de hecho, no nos hemos conformado con segundas o terceras opciones. Para nada. Poníamos jugadores encima de la mesa y, la verdad, todos eran opción A, o sea, cualquiera que viniera a nosotros nos iba a dejar contentos porque poseían las características que buscábamos. Después, en cuanto a lo que podamos mostrar, lo que queremos es jugar siempre con una intención: si vamos a defender en nuestro arco, lo hacemos, y si vamos a estar más cerca del arco contrario, que se note. ¿Esto es fácil? No, lo tengo claro, y por eso tenemos que trabajar. Lo que hagamos en la cancha, tenemos que transmitirle al hincha que se hace con ganas y con intensidad, con actitud positiva, con el deseo de lograr grandes cosas.

-Audax sorprendió a todos en el mercado de fichajes al firmar a Óscar Ustari. ¿Cuánto tuviste que ver con ese traspaso?

-Si yo me cuelgo una medalla por el hecho de que Óscar Ustari haya llegado al fútbol chileno, sería muy egocéntrico de mi parte y, más encima, una gran mentira. Acá la realidad es que él mostró ganas de seguir creciendo, de seguir siendo humilde y deseos de venir acá a traspasar su experiencia, y ni hablar del gran esfuerzo que hizo el club para traerlo. Ellos han sido los grandes protagonistas. El futbolista escuchó con mucha seriedad lo que tenía la institución para ofrecerle y después el club con mucho profesionalismo sacó todo adelante. Ambos hicieron su máximo esfuerzo para que todo se diera. Después, nosotros como cuerpo técnico tenemos el gran privilegio de dirigirlo y contar con él y el vestuario siente lo mismo. Su jerarquía y sus años de trayectoria, además de haber jugador donde jugó, nos termina por enriquecer a todos. Es un punto alto para nuestro presente.

Paro indefinido en el fútbol chileno

-¿Qué te parece la decisión que tomó el Sindicato de Futbolistas de parar la actividad?

-Lo que más valoro, primero, es que la gente se pueda expresar, que nadie se sienta limitado. Que haya respeto siempre, eso hace que la sociedad sea sana. Está bueno que si hay un grupo importante de futbolistas y clubes que se sienten afectados, puedan plantearlo como lo han hecho. Segundo, creo que hay que buscar el punto común entre tanta diferencia. El valor que nos une es lograr la mayor competitividad posible. Eso lo quieren los dueños, los jugadores y nosotros los entrenadores. Entonces, el desafío ahora es ver cómo quedamos todos satisfechos. Porque acá no se trata de si son seis, ocho o 10 extranjeros, sino que el fútbol chileno eleve su nivel deportivo cada día más para que no solo tenga una gran competencia interna, sino que también una externa, a la hora de salir a disputar copas internacionales. ¿Eso se logra con más o menos extranjeros? Eso es lo que hay que debatir. ¿Está buena la regla del minutaje? También hay que verlo y analizar cuántos futbolistas que surgieron con esa regla pudieron mantenerse y hacer carrera.

-¿Crees que da para largo la discusión?

-Hay que poner muchas cosas sobre la mesa, porque no es que yo por ser entrenador extranjero, quiera traer solo a futbolistas de afuera. No, porque yo siento que hay futbolistas chilenos que son muy buenos, como Alexis Sánchez, como Arturo Vidal, como un montón que han salido de acá y son mejores que algunos extranjeros que han venido a esta liga. Hay que debatir todo, no solo limitar la discusión a un extranjero más o un extranjero menos, porque los Derechos Humanos están presentes y discriminar a alguien por la nacionalidad no corresponde.

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