Contesta la llamada desde su Argentina natal y el inconfundible acento rosarino traspasa la línea telefónica. Juan José Luvera, nuevo entrenador de Rangers de Talca, sin necesidad se justifica por la demora de un par de días para atender la solicitud de En Cancha y con un tono pausado analizará su paso por la banca de Deportes La Serena, el año vivido en la Primera B y la decisión de volver a la banca piducana.
Su tranquilidad a la hora de masticar las razones de asumir nuevo desafío y desmenuzar cómo ha sido su particular carrera como entrenador contrasta con el modo enérgico que muestra al borde del césped en cada partido dirigido y que fue su sello en un año donde protagonizó la división de plata de nuestro fútbol con los granates, pero que no alcanzó para sellar el ascenso.
“Agradecerle al club trabajar un año de corrido, en esta profesión donde a veces te toca dirigir tres partidos y a casa se valora un lugar donde desde un principio la idea fue hacer un proyecto. Subieron 25 jugadores debutaron 12 e iba muy bien, pero nos finiquitaron y luego de este tiempo sin respuesta por parte de la dirigencia nos abrimos a escuchar propuestas y la de Rangers nos interesó”, comenzó el estratega de 42 años y que llegó a Chile en 2017 para trabajar en las divisiones inferiores de Huachipato.
- ¿Cuál es la evaluación que hace de su paso por La Serena?
Siento que con un plantel corto pudimos pelear el campeonato, hubo algunas complicaciones con el tema de cancha, pero el club está haciendo un esfuerzo muy grande, ahora está su propio predio y nos hubiese gustado la continuidad, porque logramos, gracias a los jugadores, ser un equipo atractivo con protagonismo e identidad.
En la segunda rueda sufrimos por las lesiones y por no poder reforzarnos de mejor manera, pero el balance es estar muy agradecido por darnos la posibilidad de mostrar nuestro trabajo. Llevo mucho tiempo en Chile y me gusta su cultura y la seriedad de cómo se ordenan. Siempre hay matices y margen de mejor, pero tanto el país como la organización de sus torneos es muy profesional.
- ¿Cómo explica la eliminación en la Liguilla?
Siento que llegamos diezmados al partido con Temuco por las expulsiones de Henry (Sanhueza) y Gonzalo (Reyes) y con Maxi (Guerrero) en la Selección. Llegamos muy justos con una banca con muchos juveniles y así y todo creemos que pudimos dar un pasito más. Nos dolió y nos golpeó mucho, pero nos vamos muy agradecidos del hincha y la ciudad, los trabajadores del club y nuestros futbolistas.
- ¿Cómo se pondera la campaña en consideración de cómo se desarrolló el torneo de Primera B?
Creo que fue como se pensó desde un principio. Yo veía que iban a haber siete equipos y nos encontramos con muy buenos planteles. Un Cobreloa que arremetió de atrás, San Luis con una buena propuesta al igual que Antofagasta que tenía cuatro atacantes letales. Iquique también destacaba en materia ofensiva y Wanderers muy bien estructurado. Subió la calidad, hubo buena prensa y eso resultó en un campeonato apasionante con una final que también, con dos equipos muy parejos y donde cualquiera de los dos merece ascender.
- Mucha gente se ha animado a decir que este año el campeonato de Primera B superó al de Primera División ¿Coincide con ese juicio?
Son dos campeonatos totalmente distintos. Primera División juega a otra velocidad y eso te da otras cosas. Por más que pensemos que el juego es el mismo, donde hagas esa comparación el resultado será el mismo. Si comparas la Premier League con la Premiership es lo mismo.
Lo que pasó en la B este año es que muchos equipos invirtieron y los futbolistas que antes estaban grandes hoy tienen otro rol. La forma de entrenarse cambió muchísimo y permite que se sostengan mucho más tiempo por lo que ves a un Suazo o Sánchez Sotelo te juegan todos los minutos y todos los partidos.
Creo que se asemejó la calidad de los jugadores y se hizo realmente competitivo, mientras la Primera tuvo mucho parate y la tabla se subdivide. tres por el campeonato y cuatro por las copas. Se avanzó mucho en la Primera B pero aún hay mucho que equiparar, sobre todo en la parte formativa y no hay que olvida que en la A hay muchos equipos que en mitad de campeonato se debilita por salidas. Pasó este año con jugadores que partieron a la Liga Argentina, entonces todo eso atenta contra el desarrollo.
- Me nombró la lista de protagonistas que tuvo el torneo de Primera B y no aparece Rangers. ¿Por qué decidirse a tomar este club, que además ya dirigió en el pasado?
Nosotros tuvimos un primer paso que fueron cuatro partidos, estuvimos tres meses apenas, pero comenzamos con mucha iniciativa hasta que quedamos fuera de la liguilla y se terminó. Gracias a nuestros jugadores en La Serena tuvimos 3 o 4 propuestas, pero el proyecto que nos presentó Mauricio Segovia nos sedujo mucho en una institución que conocemos y de verdad no lo considero como un segundo paso sino como continuar con un proyecto que apenas comenzamos.
Sabemos todos que Rangers es un gigante dormido, de gran convocatoria y con un hincha fiel que siempre pretende ser un equipo que protagonice, sabiendo lo grande que es el club y que su nueva organización puede ayudar a armar algo entre todos y Dios quiera tener un buen año.
- ¿Ya está planificado el plantel 2024?
Estamos hablando y recibiremos el informe de quiénes se quedan y se van, además conocemos unos 7 u 8 juveniles de nuestro paso anterior que se sumarán en la pretemporada. La parte más importante de la temporada es esta en que se define el armado del plantel y más en un club donde se necesitan jugadores con carácter pues la de Rangers es una camiseta que hay que saber llevarla. Lo dirigentes han tomado buenas decisiones y nosotros tenemos la misión de hacer el resto junto a los jugadores.
De dirigir con 21 años a las comparaciones con Sampaoli
El camino de Juan José Luvera no tuvo el debut soñado en el club que lo formaba como jugador. No hay foto con la indumentaria del primer equipo dentro de la cancha con tribuna llena porque el destino prefirió sacarlo del profesionalismo antes de poder saborearlo Merced de una rebelde lesión que lo marginó de darse ese gusto. Le costó digerir el duelo pero ahí surgió la opción de dirigir y comenzar el viaje que ahora lo llevará nuevamente a Talca.
“Me invade la nostalgia con su pregunta, le digo con total sinceridad. Amo el fútbol desde muy chico, me crié con una pelota en el club del barrio, con mi viejo muy futbolero que ya no lo tengo y cuando hice toda mi carrera y no pude llegar a primera me prometí seguir este camino y empecé a dirigir a los 21 años en la Liga Rosarina”, recuerda a la hora de repasar la ruta de llegada a Chile.
- Parte de la corta lista de técnicos que llegaron sin haber jugado...
Y cuesta mucho porque sabía que era un camino largo. Hay que prepararse y los que tenemos fe aferrarse porque emigras de tu ciudad, pasas momentos de mucha soledad y por momentos es muy cruel, pero lo amo como profesión. Siempre hay que estar actualizando, invertir en ir a Europa, generar tu propuesta y encontrar tu identidad. Al final uno de técnico no se recibe nunca.
- ¿Y cómo se cocina la llegada a Huachipato?
Me tocó viajar varias horas al día para asumir dos trabajos como coordinador y como técnico, hasta que se dio la posibilidad en las juveniles de Uuniversitario de Perú, donde conocí a uno de los dueños de Huachipato.
Tengo un recuerdo muy grande del club. Estuve casi cinco años y llegando en primera instancia a ser parte de un proceso de scouting y hasta lo que lo que vivimos en Primera, jugando Copa Sudamericana.
- Lo llegaron a comparar con Sampaoli por tener una carrera similar…
No, estamos muy lejos, jajajá. Me han llegado a comparar con otros técnicos soy un agradecido al fútbol chileno y las experiencias que me ha regalado. Tengo mucha fe en que el fútbol chileno seguirá creciendo si prepara un trabajo serio.