Pablo Sepúlveda llegó a los 9 años a la Universidad Católica con el sueño de convertirse un día en el arquero que todos aplaudieran en San Carlos de Apoquindo. Hasta los 16 defendió a los "Cruzados", pero el tener a Cristopher Toselli, Franco Costanzo y Álvaro Ogalde por delante lo llevó a partir a Audax Italiano.
En La Florida, donde estaban Nicolás Peric y Joaquín Muñoz, vivió una situación similar, por lo que era hora de decidir. "Me tocó enfrentar un dilema: seguir en el fútbol con las condiciones que tenía o entrar a estudiar. Puse todo en la balanza y como que aterricé, salí de cuarto medio y di la PSU sin esperanzas de nada, pero me fue bien y tomé la decisión de dar un paso al costado en el fútbol", le cuenta a En Cancha.
- Lee también: Jugó en la UC, entrena en Estados Unidos y espera una chance: "Me gustaría dirigir en Chile"
En el 2017 le dijo adiós a la pelotita pero solo para alejarse un tiempo de ella. De hecho, Sepúlveda hoy atiende a este sitio luego de estar grabando con Patricio Rubio y Jorge Henríquez, figuras del Ñublense de Jaime García.
La vida da mil vueltas y el exportero lo sabe. Terminó dando la PSU, y luego de graduarse en Ingeniería en Marketing el 2021, Sepúlveda hoy la rompe en Tik Tok. De hecho, su cuenta (@Sepu.01) cuenta con más de 150 mil seguidores. Allí habla de guantes y no hay portero en Chile, amateur, semi-profesional o profesional, que no conozca su contenido.
-¿Cómo nació esta idea de contarle a la gente las características positivas y negativas de cada guante?
Al año siguiente de mi retiro, se me dio la chance de volver al fútbol y jugar en Ferroviarios. Ahí no tenía guantes y no me daba para comprarme. Con suerte pagaba mis cuentas. No tenía 40 o 50 lucas para comprarme unos. Un antiguo amigo me prestó unos viejos que tenía y me dejaron probarme. Para mi suerte, quedé, pero los guantes se me rompieron. Un compañero ahí en Ferro me pasó unos y me dijo 'después arreglamos'. Yo le dije que no quería que me los regalara, sino que me los prestara un rato porque tenía una idea. Quería grabar contenido propio. Mi primer video duró 12 minutos, y lo tuve que editar para que quedara más corto. Con el tiempo me compré mis propios guantes y decidí viralizar mis videos, y la rompieron. El primero tuvo 14 mil visitas, el segundo arriba de 200 mil... Ahí dije: 'Aquí en Chile no hay nadie que esté hablando de guantes'. Uno llegó a tener más de dos millones de reproducciones.
-Y dejar el fútbol y ponerse a estudiar no es fácil, me imagino...
Me costó mucho el primer año. Claro, uno no está acostumbrado a estudiar cuando juegas a la pelota. Uno era de conseguirse las pruebas por aquí y por allá, a ver si podías hacer una trampita, je, pero en la Educación Superior ya no se puede hacer eso. Pero lo valoro, porque estudiar hizo que se reventara la burbuja en la que vivía y que se me abriera el mundo, en el sentido de ver la realidad que hay afuera. Imagínate, yo estaba en la Católica, uno de los clubes más grandes de Chile, con absolutamente todo, ropa, buenos camarines, buenas canchas, y en Audax lo mismo. Esto era el mundo real, levantarse temprano para ir a estudiar, y después llegar a la casa para seguir estudiando. Conocí gente que no era de fútbol, con vidas comunes, que les ha costado un montón. Fue un año en donde aprendí mucho.
-¿Con quién compartiste en la UC?
Con varios, y los recuerdo con cariño. Tengo una foto donde salimos con Marcelino Núñez, y para mí esa foto es una reliquia. Con él compartíamos una realidad similar. Llegábamos a San Carlos y veíamos a todos nuestros compañeros llegar en las tremendas camionetas de sus papás, porque vivían por ahí cerca en Las Condes. Nosotros éramos, con Martín Lara también, cabros de abajo, que teníamos que pegarnos tremendos piques. A veces uno no tenía las monedas y el otro le tenía que pasar, otras andábamos justos. Y cuando teníamos hambre nos compartíamos una barrita de cereal, cosas lindas, que te marcan. La mamá de Marcelino hizo muchos esfuerzos para que a su hijo no le faltara nada, y el club igual lo apoyó mucho. Carlos Salomón, Diego Valencia, otros con los que compartí. Por cosas de la vida, uno pierde contacto, pero sé que si me ven, me saludan.
-¿Te imaginaste el éxito que tendrías con tu idea? Cumpliste el sueño de todo emprendedor.
No. Imagínate que pasé de no tener plata para guantes, a que me llamen las marcas para enviarme sus productos y que los pruebe en mi cuenta. Es un sueño que jamás esperé. Tengo hasta la posibilidad de vender guantes, porque se ha armado una linda relación comercial. La gente en mi perfil siempre me pregunta por ellos, y si tengo stock, se los vendo yo mismo. Aún no me dedico al cien por ciento a esto, porque lo veo como un ingreso extra, pero de aquí a un año quiero estar metido de lleno en la creación de contenido. Se me han abierto muchas puertas. Sin quererlo volví al fútbol.
-Estás grabando con algunos futbolistas ya y publicándolo en tu cuenta. ¿Con quién sueñas poder grabar algo?
Grabé con Guillermo Orellana (Coquimbo Unido) y puede que haga cosas con el "Mono" (Diego) Sánchez también. Me han comenzado a seguir arqueros profesionales y eso me llena de ilusión. No me gusta hablar de sueños, pero sí de objetivos, porque claro, te podría decir Manuel Neuer, pero hay que ser aterrizado. A corto plazo me gustaría grabar con todos los porteros de Primera. Sé que es difícil, porque este país es muy grande y abarcar todo es complicado, pero me gustaría. Ojalá llegar algún día a los arqueros que marcaron historia en este país. Claudio Bravo sería espectacular. Pero qué sé yo, la vida es media loca. Quizás me llamas mañana y te digo que me esperes cinco minutos porque estoy con Ter Stegen.
Los tips de un experto en los guantes
-Mito o realidad: los arqueros siempre juegan con guantes una talla mayor para llegar a las pelotas difíciles.
Depende. Hay arqueros que sí lo hacen, pero te diría que cada vez hay menos. Lo que pasa es que hay distintos tipos de guantes, con distinto material, agarre, soporte. Mira, si yo juego con un guante una talla mayor, esa zona donde me sobra espacio se va a doblar y me va a dificultar el poder agarrar el balón. Puede ser útil si el guante tiene férula, que son esas varillas que van detrás de los dedos, y que impiden, en cierta medida, que el guante se doble. Eso te ayudaría a sacar una pelota del ángulo si llegaste con lo justo.
-Vi en tus videos que prácticamente es un crimen meter los guantes a la lavadora. ¿Por qué?
Sí, porque es muy agresiva. Como tiene tanta potencia, lo que hace es dañar el látex. Es un material muy sensible que ante cualquier movimiento constante rápido, sobre todo con detergente y en una lavadora, se daña. Si unos guantes te van a durar tres meses, con lavarlos de esa forma te durarán tres semanas con suerte. Jamás en la vida lo laven así. Háganlo a mano, con agua y algún shampoo especial para guantes.
-Un niño quiere ser arquero, ¿qué guantes hay que comprarle?
Yo recomiendo que no tengan férulas, pero es mi opinión. Sé que hay un debate grande con esto, pero voy a explicar mi punto. En la etapa de formación es muy importante que el niño comience a desarrollar fuerza en sus dedos, para que así no sufra el día de mañana cuando sus compañeros comiencen a pegarle más fuerte. Si ocupan guantes con soporte siendo muy chicos, cuando crezcan van a tener más posibilidades de lesión, porque no aprendieron a adaptarse a los golpes.
-La última. ¿Cuánto duran unos buenos guantes?
Depende del tipo de guante que compremos, sobre todo del látex, y del cuidado que le damos. Por ejemplo, hay uno muy sensible que se llama látex contact. Ese tiene más agarre, pero dura menos. Hay que ir viendo qué te conviene. A veces es bueno comprarse uno que no tenga tanta adherencia, porque dura más, pero perderé algo de agarre. Es importante definir para qué lo quieres, para jugar, para entrenar, para usarlo solo los fines de semana. Si lo llevamos al fútbol que practica la mayoría de la gente, el de barrio, fácilmente te pueden durar tres meses. Pero todo es relativo, porque hay que ver incluso en qué tipo de superficie juegas. No es lo mismo hacerlo en cancha natural que una sintética. En mi canal trato de ayudarlos a todos para que no se equivoquen con su compra.