Willy Topp, recordado exdelantero de la Universidad Católica, va a cumplir cinco años en Estados Unidos. ¿Qué hace? Es entrenador en las inferiores del Philadelphia Union, club que juega en la MLS desde el 2010.
Hoy está a cargo de la sub-13 del conjunto de Pensilvania, y desde allá habla con En Cancha. "Este club se puede comparar con los elencos europeos de nivel alto. La parte futbolística me ha sorprendido", cuenta.
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La historia de Topp como futbolista es conocida. Formado en la cantera de la UC, tuvo pasos por Deportes Temuco y también por Puerto Montt, antes de irse a probar suerte al extranjero, donde defendió las camisetas del Bradford City en Inglaterra, el Jumilla en España y el Royal Montegnée en Bélgica. A los 25 años, lamentablemente, se retiró.
"Yo estaba un poco cansado en el último tiempo. En Inglaterra, que fue mi último paso profesional, sufrí muchas lesiones, mi inglés no era muy bueno, entonces mi relación con el técnico no era muy fluida. Además, estaba el tema de los representantes, que te prometen una cosa y después te salen con otra... Estaba desgastado. La peor decisión que tomé fue irme de Chile muy joven. Tomé la opción porque tenía pasaporte comunitario, pero claramente me equivoqué", asegura.
-¿Y qué tal la vida en Estados Unidos?
Yo estoy muy feliz, he aprendido mucho. Para mí es otra cultura futbolística. El nivel es bueno y va en aumento, porque con el anuncio de que el Mundial 2026 va a ser acá, todos se pusieron a trabajar para llegar de la mejor manera.
-¿Se parecen los chicos estadounidenses que quieren ser futbolistas a los chilenos?
Por ahí el fútbol chileno es más aguerrido porque no tienen la realidad económica de acá, y los chicos quieren convertirse sí o sí en futbolistas. Acá saben que hay recursos para dedicarse a otra cosa si es que no llegan a ser jugadores, porque la realidad a nivel país es distinta. El chileno tiene hambre, más pasión, esa garra de querer ser profesional. Pero en cuanto a calidad no hay nada malo que decir del fútbol de acá, al contrario, es muy similar a la europea. La sudamericana es más de guerra, de lucha, de competir, de roce, y acá es más técnico, con mucha intensidad, pero más directo y bonito, algo así como el fútbol alemán, con muchas transiciones de defensa a ataque.
-Tú comenzaste a sumar experiencia al borde de la cancha en el Espanyol de Barcelona. ¿Qué cosas aprendiste allí?
Fue bueno. Estuve dos años y medio en la academia del Espanyol, y aprendí mucho de posesión de balón, de construcción de juego y de otros aspectos técnicos. El fútbol español es una verdadera escuela, es el fútbol moderno, es Guardiola, es un mundo diferente. Uno aprende mucho de la cantidad de jugadores que llegan al ataque, de la cantidad de pases que se dan en la construcción, de cómo se trabaja en rombos en la mitad de la cancha. Agarré muchas experiencia.
Sus oportunidades en el fútbol chileno
-¿Te gustaría retornar al país para dirigir en el fútbol chileno?
Sí, claro, aunque sé que es difícil. No sé si miran en menos al técnico chileno, pero sí lo evalúan de otra forma. Eso se ve reflejado en la banca, en el trato. Creo que deberían valorarnos un poco más. A Chile llegan entrenadores que no tienen experiencia y los presentan como grandes figuras. Ojalá que eso vaya cambiando, a mí me favorecería y a todos los entrenadores que andan buscando una oportunidad. No confían en el producto chileno y eso tiene que cambiar.
-Y de los adiestradores nacionales de hoy, ¿alguno te gusta?
Me han hablado muy bien de Nicolás Núñez, que la está rompiendo en Magallanes. He leído que es una persona callada, de trabajo, que es más de oído que de boca. Tiene objetivos claros y ya los ha cumplido. Ojalá siga liderando ese lindo proceso.
-¿Y tú cómo eres como DT?
Por haber tenido experiencia como jugador, me gusta ser cercano, que confíen en mí. Ser un amigo, pero en el buen sentido, que si les doy la mano no me tomen el codo. Me considero muy exigente con mis jugadores. ¿Distancia? No, eso nunca es bueno. Me gusta ser cercano, estar encima, saber qué pasa por sus cabezas, que si están enojados me lo comenten para que veamos cómo se puede solucionar el problema.