Mario Lepe es toda una institución dentro de otra. El ídolo del Club Deportivo Universidad Católica, que ganó 8 títulos como jugador y uno como técnico, es voz autorizada para hablar de la UC y del fútbol chileno en general.
El ex volante Cruzado ve in situ el proceso de desarrollo del futbolista nacional desde el Área de Captación del conjunto precordillerano, allí donde los niños llegan con la esperanza de sus padres -y hasta a veces de toda la familia- de triunfar, de salir de la pobreza, de convertirse en alguien...
“Lamentablemente estamos viviendo una época donde los chicos buscan la plata. Si acá te pagan 1 peso y allá 20, sin duda que se van sin pensarlo, y sin saber todavía si tienen las capacidades para irse y adaptarse inmediatamente a otro entorno”, comienza reflexionando junto a En Cancha.
Lepe no mira para el otro lado y asume su cuota de responsabilidad en el actual pensar de los jóvenes.
“Yo no me hago a un lado porque todos los que trabajamos en el fútbol influimos en una decisión como esa. Aquí en Chile juegas 2 o 3 partidos bien, ni siquiera extraordinarios, y le damos mucha fiesta, los nominamos a la Selección. Por una tapada levantamos a un arquero y lo dejamos allá arriba, pero no vemos su temporada completa. Y ahí estamos metidos todos: profes, hinchas, periodistas, dirigentes... A veces les hacemos creer que son más de lo que son”, asegura.
-¿Qué le parece el nivel que se ve en la actualidad en las canchas chilenas?
Estamos en un fútbol mediocre, y si estamos en un fútbol mediocre es porque hay jugadores mediocres. Entonces yo no entiendo a veces. Criticamos nuestro fútbol porque es malo, pero pareciera que los futbolistas son todos figuras y tienen que irse a Europa enseguida. Entonces, ¿cómo?
-Pero hay futbolistas interesantes...
Sin duda que destacan algunos, pero no todos son buenos. A veces los jóvenes se hacen muchas expectativas y cuando se dan cuenta que las expectativas fueron muy altas es difícil aterrizarlos y hacerlos empezar nuevamente. Nosotros tratamos de formarlos bien, para que la vuelta no sea tan rápida. Lo bueno es que de los que han salido de la Católica en el último tiempo, muy pocos han vuelto. La mayoría se ha mantenido allá y eso es bueno.
-¿Hoy el futbolista chileno se nubla fácilmente?
Sí, de repente los cabros de ahora no saben llevar bien el tema de la fama, de salir en portadas, de que hablen de ellos en todos lados, de que siempre los elijan como el mejor jugador del partido. Muchos no lo saben manejar y no es culpa de ellos, es culpa de todos nosotros, que les hacemos creer que el fútbol chileno está plagado de figuras, incluido ellos, algo con lo que yo discrepo.
-Por ejemplo, ¿qué le diría a Alexander Aravena, que parece ser la última ‘joyita’ de la UC que puede partir?
Es que para que Alexander se quede en la Católica le tienen que pagar 20 o 30 millones de pesos. Que le paguen lo mismo que a un extranjero. Estamos en la lógica de que si quieren que alguien bueno se quede, le tienen que pagar. Es así. En mis tiempos a los jugadores nacionales no se les pagaba bien y claro, salir al extranjero era la salida fácil. A veces acá los jóvenes ven que no tienen Copa Libertadores o Sudamericana para jugar y se van, teniendo en mente que allá ganarán siete veces más, por lo bajo. Me parece que hay que valorar a algunos jugadores pagándoles mucho más, y Alexander es uno de ellos. Ha demostrado que tiene nivel. Lo hizo en Ñublense, ahora en Católica, tiene un rendimiento sostenido, está haciendo una muy buena campaña.
Gary Medel: el viejo anhelo de la UC
-Al parecer Gary Medel no quiere volver a Chile, Mario. Usted lo conoce bien. ¿Qué pasa?
Yo creo que él está acostumbrado al nivel europeo y no al chileno. Lo mismo le va a pasar a Arturo Vidal, a Claudio Bravo y a Alexis Sánchez. Independiente de que estén en equipos grandes o equipos chicos, ya están adaptados a la competencia constante. Somos seres de costumbres y ellos ya se hicieron la idea de vivir como viven. A mí me pasó. Yo a los 15 años pasaba frío, dormía mal y tenía hambre, y de repente tienes otra realidad: ya no pasas hambre, vives bien, sin mayores problemas y obvio que no quieres volver a lo de antes. La gente va cambiando su perspectiva con todo lo que va viviendo. En el caso de Gary me parece que su evolución ha sido positiva. Ha madurado mucho como persona. Con las inversiones que ha hecho y las relaciones que ha creado, pienso que es mucho más factible que él se siga desarrollando allá que acá.
-¿Y si no vuelve nunca a la Católica?
Si es así, me parece una buena decisión, porque no hay nada que decirle, si él mismo se ha ido superando como persona. Si va a venir con el 50% de sus capacidades, es mejor que no venga. Prefiero mantener a un Gary Medel arriba, en el tope siempre, que sea nuestro estandarte y uno de los grandes ejemplos de jugadores que formamos y vendimos.
-Quizás las críticas también molestan. A lo mejor no están para que los insulten por cualquier cosa. Le pasó a Mauricio Isla, que jugó mal dos o tres partidos y la gente se le vino encima...
Sí, pero no porque haya jugado mal, sino por otras cosas. El hincha es así, se molesta, se enoja. Yo hablo desde la otra vereda, del lado del profesor y no del futbolista. Hacerlo bien o hacerlo mal, ganarlo todo y después perderlo, es parte de la vida. Yo sé que para el hincha es difícil entenderlo y que lo único que quiere es que Gary esté aquí, rindiendo al mismo nivel que rinde afuera y levantando al equipo, pero lamentablemente un jugador no se la puede solo. Nuestro fútbol hoy no motiva a nadie.
-¿Cómo ve a la UC de Ariel Holan este segundo semestre? ¿Recupera la memoria y pelea por el título?
Estamos esperanzados, estamos ahí. No lo hemos hecho bien últimamente, esa es una realidad, pero estamos a un par de puntos. No es que estemos tan inestables. Eso tenemos que aprovecharlo, porque tenemos todo para cambiar y mejorar. Ojalá este parón haya sido beneficioso y que nos acordemos de jugar como lo hacíamos hace uno o dos años. Yo tengo fe de que los jugadores comiencen a jugar mejor y nos hagan pelear los primeros lugares como ha sido siempre.
-Y también está la Copa Chile, un trofeo que el club levantó por última vez en 2011, con usted en el banco...
Yo espero que la Católica la pelee este año. Tenemos plantel de sobra y ojalá se pueda hacer. Yo el 2011 la empecé a jugar con juveniles y así poco a poco llegamos hasta la final. Si lo hicimos entonces, lo podemos volver a hacer ahora. Hay que ir paso a paso, como decía un técnico argentino por ahí, porque más que un campeonato largo, esto es partido a partido. Ojalá estén todos a disposición para entregar el máximo. Depende de nosotros. El partido que viene ahora hay que jugarlo como una final y así todos lo que vienen.