Corría el año 2015 y Chile recibía su último Mundial. En un país alborotado por el fútbol tras la obtención de la Copa América, la ilusión volvía a encenderse con La Roja dirigida por Miguel Ponce, que participaría como local en una nueva edición del Mundial Sub-17.
Dentro de ese plantel estaba Manuel Reyes, una de las “joyitas” de la cantera de Universidad Católica que esperanzaba a todos en San Carlos de Apoquindo. Tras no ver opciones en el equipo estelar cruzado se marchó a préstamo a Rangers, y luego en calidad libre registró pasos por Lautaro de Buin y Provincial Ovalle en 2021.
En 2022 decidió dar un giro a su carrera y aceptar una llamada a larga distancia, desde Norteamérica, donde querían contar con él para el proyecto del Manitoba FC, equipo de Canadá que milita en la USL League Two de Estados Unidos (cuarta división) y que tiene a ocho chilenos dentro de sus filas.
Reyes conversó con En Cancha sobre su llegada a Canadá, el estilo de vida, las diferencias del fútbol en la zona norte del planeta y también cómo se siente juntarse con tantos compatriotas a miles de kilómetros del país.
-¿Cómo llegaste hasta el Manitoba?
Yo el año pasado estaba esperando equipo en Chile. Tenía algunas opciones, pero mi representante llegó con esta opción de venir acá. Es una liga de Estados Unidos, pero juegan dos o tres equipos de Canadá.
-¿Qué te llamó la atención de llegar al Manitoba?
Yo quería venir acá porque es una nueva experiencia y eso te llama la atención. Si me quedaba en Chile tenía que ir a un equipo de Segunda División, probablemente, y esa categoría suele ser muy problemática. A veces para pagar los sueldos siempre hay problema. Entonces, esta era una experiencia nueva, conocer otro país, otro ambiente, así que opté por venir acá.
-¿Cuál es la principal ventaja de jugar allá y no en Chile?
Acá todo es más organizado, es más profesional, al menos en el equipo que estoy yo es como jugar en Primera. Por ejemplo, te renuevan la ropa todos los años, buenos balones, implementos deportivos de nivel, todo como si fuese Primera División, algo que quizás en equipos de Segunda División, o incluso hasta Primera B, no se ve.
-¿Y adentro de la cancha también hay muchas diferencias?
El fútbol acá es mucho más físico que en Chile. Están los 90 minutos corriendo, son fuertes en ese sentido, pero en lo demás sacamos ventaja por el hecho de ser sudamericanos. Tenemos más barrio, más picardía y eso nos hace distintos.
-¿Qué se siente estar con tantos chilenos compartiendo camarín?
Es un poco raro acá porque la mayoría trabaja aparte de jugar, entonces muchas veces llegan justo a entrenar o 10 minutos antes, entonces no hay mucha convivencia, solo los días de partido. Pero la relación es muy buena, acá nos recibieron muy bien.
-¿Te ha costado el inglés?
Yo por ejemplo no sé hablar inglés, entiendo muy poco, pero mis compañeros intentan hablar más español debido a la fuerte influencia en el camarín, y es más fácil comunicarnos entre nosotros.
-¿Te proyectas allá?
Lo ideal sería encontrar un equipo de Primera División acá para quedarme a vivir. Es mucho más estable y ordenado el país, la calidad de vida es muy diferente, entonces no hay por donde perderse.
-¿Es mucha la diferencia entre un país y otro?
Acá me doy cuenta que Chile es un país más desordenado, acá respetan todo. Un ejemplo, todos respetan la velocidad permitida en las calles, lo que parece una tontera, pero en Chile nadie la respeta y todos manejan lo más rápido posible. Respetan a la policía en general, respetan las reglas, no ves a perros en la calle, las calles están limpias, es una diferencia abismal.
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Manuel Reyes