Carlos Labrín lleva ocho años en Audax Italiano y se ha convertido en uno de los referentes del cuadro de La Florida. El defensor nacional fue formado en Huachipato y, tras su buen rendimiento en 2011, su pase fue comprado por el Palermo de Italia. No obstante, su paso por el fútbol del exterior no duró lo que él esperaba.
Luego de pasar por el cuadro “rossa” y tras jugar cedido en el Novara, en 2013 decidió volver al país, situación que desmenuzó con una fuerte autocrítica, en diálogo con En Cancha.
Tras su breve paso por el extranjero, el jugador de 32 años regresó a su tierra natal a defender al cuadro del Biobío, que en ese entonces disputaba Copa Libertadores, aunque confesó que ese regreso fue gracias a un fichaje frustrado en Colo Colo.
-¿Cuál es el análisis personal y grupal de este inicio de temporada en Audax italiano?
Nos ha costado bastante. Comenzamos un poco flojos, pero sentimos como equipo que deberíamos tener más puntos de los que tenemos. Hemos perdido puntos un poco tontos, porque nos han empatado sobre el final y nos han dado vuelta algunos duelos.
-¿Están por debajo de las expectativas respecto de lo que se trazaron a principio de campeonato? ¿Por dónde cree que han pasado los irregulares resultados?
Llevo bastante tiempo aquí en Audax y he notado que hay un plantel con mejores nombres en comparación a campañas pasadas. Tenemos más variantes. Nuestro pensamiento era estar peleando arriba, pero no creo que pase por un problema táctico, del director técnico o porque no le hemos tomado la mano a su idea. Hemos hecho las cosas que el técnico nos pide, por lo que este momento pasa por cosas individuales de los jugadores, de desconcentraciones. Ajustando eso, vamos a ganar más compromisos de los que vamos a perder.
-Se ha habla mucho de la continuidad del técnico Manuel Fernández. Usted como uno de los capitanes y referentes del club, ¿Qué opina? ¿Cómo ve al DT en el día a día?
Él, cuando llegó a principio de año, traía una idea de juego que trata de tener la posesión del balón, a la hora de perderlo presionar y jugar la mayor cantidad del tiempo en campo rival. Yo creo que desde un principio los jugadores han captado la idea, pero pasan cosas a nivel personal. No creo que pase por cosas tácticas.
-¿Cuáles son los objetivos para este temporada?
Nuestro pensamiento era estar peleando arriba. Si bien estamos muy complicados en la parte baja, estamos a tres puntos de salir del lugar incómodo, de volver a tomar aire y tratar de pelear arriba y clasificar a otra copa internacional. Sin embargo, lo principal es salir de abajo e ir paso a paso.
- ¿Qué le entrega Marcelo Díaz al plantel?
Desde el primer día que llegó fue un aporte en todo ámbito. Es un jugador que tiene una trayectoria muy buena, donde ha dejado huella en todos los equipos en que ha estado. Verlo entrenar, la disposición que tiene con el cuerpo técnico (...) El DT nos dijo que nadie tiene la camiseta comprada y él (Díaz) está en la misma línea de todos. Ha demostrado que está vigente, así que esperemos que como equipo sepamos aprovecharlo y sacar réditos de su calidad.
-¿Pensaban realmente que podían eliminar a la UC de Copa Sudamericana? Es uno de los planteles con mayor jerarquía del fútbol chileno...
Éramos conscientes de que Universidad Católica se armó para pelear la Copa Sudamericana. Lo sabíamos todos, pero lo que nos sirvió para eliminarlos fue el partido que jugamos en el torneo. Nos quedamos con una ‘espinita’, por lo que afrontamos el partido, aparte de querer quedar en fase de grupos, con ganas de demostrarles que éramos más equipo, ya que sentíamos que en el partido del campeonato merecíamos más.
Una corta estadía en Italia cuando era promesa del fútbol chileno
-Tras su irrupción en Huachipato, el Palermo compró su pase en 2011 ¿Cómo fue esa experiencia y la adaptación a Italia?
Compartí con varios jugadores y personas muy buenas, como con futbolistas de la calidad de Paulo Dybala, a quien conocí cuando recién había llegado. Él era muy chico y su paso por el Palermo no fue muy fácil. En cuanto a la adaptación, fue complicado en un principio, porque me fui joven y no había mucho tiempo para compartir. Me costó, pero fui entendiendo el idioma y se me hizo un poco más fácil.
-Fue cedido al Novara, después regresó al Palermo y volvió a Chile luego de dos años en el extranjero. ¿Qué conclusiones saca de su paso por Europa?
La ambición que yo tenía en ese momento no fue buena. Siento que me llegó la posibilidad a muy temprana edad, debuté muy joven y a la liga que me fui era muy táctica. Mi ambición fue corta, lo mismo pasó en la Selección Chilena. Si bien en divisiones inferiores en Chile participé bien, en la Adulta no aproveché las oportunidades que me dieron. Era un nombre al que tenían considerado, pero no le saqué provecho. Tuve posibilidades de ir a la Serie B, pero se dio la oportunidad de volver a Huachipato a jugar Copa Libertadores. Después de eso tuve una lesión que me dejó fuera ocho meses y se me hizo difícil volver al extranjero.
La historia del frustrado fichaje por Colo Colo
-Posterior a su paso por Europa, estuvo cerca de llegar a Colo Colo. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se dio esa posibilidad?
Cuando yo veía que no iba a jugar en Palermo, hablé con mi representante de ese entonces, (Jorge) “Polo” Quinteros, y le dije que no quería seguir en Italia y que mi intención era volver a Chile. Fue una negociación seria, porque conversé con los dirigentes de Colo Colo y estaba todo listo, habíamos conversado el tiempo del préstamo y todo, pero a último momento se cayó. No tengo el por qué se frustró todo, pero me imagino que el Palermo pidió dinero. En un principio era una cesión sin costo, pero donde vieron el interés de Colo Colo, quizás quisieron sacar provecho. Tras eso volví a Huachipato.
-¿Le hubiera gustado vestir la camiseta del cuadro albo?
Mi familia es toda colocolina y yo desde chico también me iba por lo blanco (ríe), pero desde que me hice futbolista profesional el cariño se fue pasando un poco. En aquel momento, mis padres y mis abuelos estaban más felices y expectantes que yo, pero claro que me hubiera gustado ser parte del club.
-¿Siente todavía que está para jugar en un club como Colo Colo, la U o la UC? ¿Es uno de sus objetivos?
A estas alturas de mi carrera, voy temporada a temporada. Nunca pensé estar tanto tiempo en Audax Italiano y cada año que pasa es más difícil llegar a un equipo grande. Los clubes se están armando para competir en dos frentes y quizás en sus ambiciones es difícil que yo entre.