Arnaldo Castillo anotó un doblete en el triunfo de la Universidad de Concepción ante Deportes Copiapó y se subió a lo más alto de la tabla de goleadores de la Primera B, por lo que se alza como una de las figuras del torneo. En medio de este gran presente, y luego de actuar en el último triunfo de su equipo ante Fernández Vial, el delantero paraguayo de 25 años se ilusiona con un llamado a La Roja.
El guaraní llegó a 11 conquistas en el presente torneo de Ascenso y superó a Óscar Ortega de Santiago Morning como el artillero de la temporada. Por esa razón, no oculta su deseo de recalar en un club de Primera División, aunque aseguró que su mente está puesta en el "Campanil".
Además, en conversación con En Cancha, Castillo recordó sus primeros días en el fútbol chileno, debido a que llegó a los 17 años a la Región del Biobío para probar suerte. En el sur del país, defendió las camisetas de Naval, Fernández Vial e Iberia, antes de recalar en la Universidad de Concepción.
Por otro lado, el goleador de la Primera B se refirió a los problemas que tuvo para entender los modismos chilenos, donde señaló que lo primero que aprendió fueron los garabatos. Sin embargo, después de ocho años habla como un compatriota más.
-¿Cómo te tomas esto de ser el goleador de la Primera B? Después de un par de partidos complicados, como con Deportes Recoleta, por ejemplo.
A la edad que tengo, con la vuelta larga que he dado y la confianza después de remar desde abajo, está dando sus frutos. Estoy contento y feliz porque todo el esfuerzo y sacrificio se está dando de buena manera, y qué mejor que siendo el goleador del campeonato y uno de los pilares fundamentales del equipo. Me siento muy orgulloso de lo que estoy haciendo. Ahora seguiré trabajando al máximo con mucha responsabilidad y humildad para seguir demostrando de lo que estoy hecho.
-Llevan tres triunfos consecutivos y se metieron de lleno en la lucha por la Liguilla, ¿Se olvidaron del peligro del descenso o son conscientes que una mala racha los puede dejar abajo en la tabla otra vez?
Ni se nos pasa por la cabeza estar zafando de la parte baja. Estamos a ocho puntos del fondo de la tabla y ahí de pelear un cupo en la Liguilla por el ascenso, estamos con los pies sobre la tierra. Nuestro objetivo principal es zafar de la zona descenso. Después se podría ver un cupo en la Liguilla por el ascenso, que pasaría a ser nuestra meta.
-¿Por qué sientes que les ha costado mantener los buenos resultados?
Veníamos con una racha bastante importante con la llegada del profe Miguel Ramírez, incluso, dejamos fuera a un equipo de Primera División en Copa Chile ganando la ida y la vuelta. Por ahí, el equipo se sintió un poco relajado, eso es lo que siento y creo que es el motivo principal para no seguir con lo que veníamos haciendo. Tuvimos un llamado de atención después de los malos resultados, lo que nos ayudó a recapacitar para retomar lo que veníamos haciendo.
El sueño de la Primera División y el arribo al fútbol chileno
-A raíz de este buen momento, ¿te pones a pensar que puedan llegar ofertas de Primera División?
Tengo contrato hasta fines de temporada con la Universidad de Concepción y yo soy un jugador que solo piensa en el presente, así que estoy disfrutando del momento que estoy viviendo. A finales de temporada, y si llegan cosas importantes, obviamente se tomará con mucha felicidad y orgullo. Sin embargo, me encuentro viviendo el presente y defendiendo a la Universidad de Concepción, solo pienso en el próximo partido, porque es otra final que vamos a enfrentar. Hay que ir paso a paso, con humildad y los pies sobre la tierra. Mi objetivo principal es salir goleador del campeonato y ayudar al equipo a quedarse con uno de los cupos a la Liguilla.
-¿Cómo se gestó tu llegada a la Universidad de Concepción a los 17 años?
No llegué directamente a la Universidad de Concepción, sino que mi representante me trajo a Chile, porque me conocía de chico. Él vive aquí en Chile hace 35 años e iba a trabajar a Paraguay de vez en cuando, donde me conoció a los 13 años. Una vez fue a buscar talentos y volvimos a reencontrarnos a los 17 años, ahí él me trajo para Chile a buscar una oportunidad. Así se gestó mi llegada, pero pasé por muchos equipos para ambientarme, aunque no podía jugar, porque mis padres no estaban acá y no tenía un contrato profesional. Estuve como un año buscando rodaje en Naval de Talcahuano, Deportes Concepción, entre otros. En la mañana entrenaba en un lado y en la tarde en otro, hasta que el profe Osvaldo Cataldo, que estaba en Naval, pasó a la Universidad de Concepción y me llevó a probarme. De ahí en más, tuve la gran suerte de que me hayan hecho contrato profesional.
-¿Qué sabías del fútbol chileno en ese momento?
Poco y nada, conocía a Colo Colo, la U. Católica y O'Higgins. También, por los compatriotas que habían jugado en los equipos grandes. Cuando llegué aquí uno se mete más en el país, sus costumbres y los modismos, donde mis padres fueron el pilar por dejarme venir tan chico y cumplir mi sueño de jugar. Fue lo mejor de la vida tener a esos papás, porque me empujaron para estar donde estoy, y por la educación que me dieron.
Aprendiendo los chilenismos
-¿Cómo fueron los primeros días en Chile, te costaba entender los modismos y palabras típicas?
Al principio me costó bastante entender los modismos, porque acá se acortan todas las palabras. También, hablan mucho con animales, entonces por ahí escuchando y tratando de hablar de la misma manera. Sin embargo, no lo hacía del todo bien, pero fui aprendiendo y mis compañeros me enseñaron cuando decir ciertas palabras. Lo primero que aprendí fueron las groserías (entre risas).
-¿Cómo soportaste el frío del sur de Chile?
En Paraguay es un clima tropical, cuando hace calor es insoportable entre 40 y 45 grados. Entonces, llegué a Chile en mayo justo cuando estaba lloviendo y con mucho frío, más encima llovía más que ahora. Me costó mucho y pasé frío, porque en Paraguay no se llegan a estar temperaturas tan bajas, pero pasando los años me acostumbré y ya me gusta el frío. Además, mi carrera la he hecho en el sur en Naval, Fernández Vial, Universidad de Concepción, Iberia de Los Ángeles y Puerto Montt. Estoy más que acostumbrado.
-Siempre has jugado en equipos del sur, ¿has tenido ofertas de clubes de Santiago o el norte?
Sí, cuando terminé mi contrato con Puerto Montt llegaron ofertas de Santiago y el norte. Pero tenía una espinita clavada en la Universidad de Concepción, porque no tuve la oportunidad de mostrarme activo o jugando. Por esa razón, tomamos la decisión de volver al club, lo que está dando frutos.
-Llevas muchos años en Chile, ¿obtuviste la nacionalidad?
Los trámites están pendientes. Yo creo que si no es a fin de año, será a principios del otro.
-¿Te ilusionas con un llamado a la Selección?
Sí, obviamente. Teniendo la carta de nacionalización uno se pone al tanto de lo que puede pasar. No me cierro a nada y soy muy agradecido del país en el que estoy, por la familia que tengo y la madurez que he tenido. Si tengo la oportunidad de defender a La Roja lo haré con mucho orgullo.
-¿Algún mensaje para los hinchas de la Universidad de Concepción?
Que sigan apoyando y alentando, porque no somos solo 11 en la cancha. El apoyo que nos brindan en cada partido se siente, así que sigan creyendo en nosotros porque aún queda camino y pelearemos algo importante.