Lleva cuatro años en Chile y los ha aprovechado a concho para empaparse de nuestra idiosincrasia, y sobre todo de nuestro fútbol. Renata Almada, sicóloga deportiva y panelista de TNT Sports, aprovecha cada momento en nuestro país para seguir analizando el comportamiento de los hinchas nacionales.
Su amor por el fútbol partió desde pequeña, allá en Porto Alegre. "Tengo una familia totalmente futbolera. Mi mamá es hincha fanática de Gremio y mi papá es de Internacional, así que imagínate cómo eran las cosas", le cuenta a En Cancha.
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"Mi hermano, mayor que yo, jugaba en las inferiores de Gremio, entonces, cuando era chica respiraba ese ambiente porque siempre lo acompañaba. Tenía dos opciones, odiar el fútbol o amarlo. Opté por lo segundo", añade.
-Ese choque entre Gremio e Inter es bravísimo...
Sí, es un clásico bravo, sin duda la rivalidad más severa e intensa en Brasil. Lo bueno es que mi papá tiene mucho sentido del humor y mi mamá es media picota, pero buena para el hueveo también, así que yo vivía todo ese ambiente desde lo cómico. Fui viviendo todo para un lado y para el otro. Primero con el Gremio poderoso de mediados de los 90, y después con el Inter dominador del continente en 2006.
-¿Y cómo es el fútbol chileno en los ojos de una brasileña?
El fútbol chileno tiene cualidades que yo nunca había visto en el fútbol brasileño. Yo creo que el futbolista chileno tiene una fortaleza mental única, una resiliencia especial, una forma de enfrentar los problemas diferente a lo que pasa en Brasil. Tiene un estado combativo que, a la larga, termina aportando mucho al grupo y eso, en fases definitorias, marca una diferencia grande.
-Pero no nos va muy bien internacionalmente...
Porque tiene otra característica también, que es un fútbol en crecimiento, que sigue en camino a la profesionalización. Hay mucha gente ocupando puestos que no deberían ocupar, profesionales que tratan de abarcar todo. La lectura que hago yo es que hay personas que quieren ser kinesiólogos, nutricionistas y sicólogos, y quien sufre las consecuencias de eso es el futbolista. Pienso que hay un cierto nivel de amateurismo en ese sentido. Si las personas correctas estuvieran en esos puestos, con la formación adecuada para ejercer cierto cargo, la cosa sería distinta.
-Uno ve los cuerpos técnicos brasileños cuando vienen a jugar Copa Libertadores y parecen otro plantel. Son enormes. ¿Por qué crees que en Chile aún no vemos algo así?
Es algo multifactorial, pero obviamente hay que ver la parte económica. En Chile no se manejan las cifras del fútbol brasileño porque no logran acceder a fases finales en los torneos internacionales, entonces la inversión es poca. Al final se termina cayendo en la mala práctica de creerse imprescindible, capaz de abarcar todas las áreas, y no hay nadie que se las sepa todas. Veo gente que trata de hacer dos cosas, pero al final no termina haciendo ni lo uno ni lo otro. Hay falta de inversión, sin duda, pero pienso que eso sería más una excusa. Un profesional no puede estar a cargo de cuatro áreas en un club, porque no termina haciendo ninguna bien. Creo que hay vencer prejuicios también. Sin ir más lejos, en Brasil los grandes clubes tienen departamentos enteros dedicados a la salud mental, porque se entendió que el fútbol, con el paso del tiempo, se ha ido complejizando, por más simple que parezca.
Las curiosidades del fútbol chileno
-¿Qué te llama la atención del hincha chileno?
Sin duda la pasión que tienen por La Roja, por su Selección, entendiendo que es una relación de amor y odio, marcada por el triunfo y el fracaso, pero sigue siendo una relación muy fuerte, y por ahí en Brasil eso no pasa tanto. A mí me tocó estar en el Mundial 2014 en el partido entre Chile y Holanda (hoy Países Bajos), y vi de cerca ese fanatismo, que a una como brasileña le sorprende porque no somos tan patriotas en ese sentido.
-¿Y en las canchas de nuestro fútbol?
También son muy apasionados por sus clubes, con una pasión muy desde adentro, muy intrínseca, en regiones sobre todo. Tengo la dicha de haber viajado a ver fútbol fuera de la capital, y se nota que el hincha es diferente al de Santiago. No digo que uno sea superior al otro, pero claramente expresan su amor por su equipo de manera distinta. Y de la gastronomía en los estadios mejor ni hablar. Me he probado todo. El "sándwich de potito" me encanta, me gusta mucho esa parte folclórica que se da en la antesala de los partidos.
-¿Y con qué equipo de los tres grandes te quedas, Colo Colo, la U o la UC? ¿Quién se parece más a Gremio, por ejemplo?
Mi respuesta puede que sea políticamente correcta, pero me he encariñado con todos los equipos del fútbol chileno, son todos distintos. A mí me gusta mucho la historia y trato de averiguar acerca del pasado de los clubes, viendo características que se repiten y a que al final te hacen entender por qué los hinchas de tal equipo se comportan de cierta manera. Pero si me haces comparar a uno con Gremio, yo creo que el más similar es la Universidad Católica, en cuanto a la parte de formación y a la forma en la que se comporta la hinchada. Me ha tocado ir a varios partidos en San Carlos y es como si estuviera en el Arena do Gremio, con mucho fanatismo, alentando siempre, y con formas de comportamiento similares. En Porto Alegre se asocia al Gremio al estrato social medio-alto, y acá pasa lo mismo con Católica. Seguramente que eso condiciona la forma del hincha.
La decepcionante actuación de Brasil en el Mundial Qatar 2022
-Si Chile llegara a cuartos de final de un Mundial, estaríamos todos felices, pero para Brasil no es nada. ¿Cómo viste la eliminación del equipo de Neymar en esa instancia?
Fue un golpe duro, había mucha ilusión. Hace muchos años que no estábamos tan convencidos de lograr la tan esperada sexta estrella. Había un entrenador muy bueno, de mi región, como Tite, que generaba muchas expectativas. Creo que hubo errores en el manejo de emociones, lección que se había aprendido en Brasil 2014, cuando los jugadores lloraban desconsoladamente en esa tanda con Chile en octavos de final, donde se llamó de emergencia a una sicóloga. Claramente no funcionó, porque se terminó con el 7-1 ante Alemania.
-¿No se siguió trabajando en ese aspecto?
Lo que pasa es que Tite es muy contrario a la inclusión de los sicólogos en el fútbol. Hay un desconocimiento del rol de estos profesionales en un plantel, donde incluso se comentaba en la previa que no era necesario porque era un periodo tan corto de tiempo un Mundial, que no iba a generar ningún efecto. Una excusa, porque en la sicología hay trabajos focalizados para espacios de tiempo breves, que bien podrían haber ayudado. Fue un error, claramente, porque hay futbolistas que cargan con el peso de un equipo que no logra la Copa del Mundo hace veinte años. Y era cosa de ver al equipo, donde había un apagón emocional cada vez que las cosas se complicaban en la cancha. A mí me causaba ruido incluso desde antes, más allá de que se partió bien el Mundial. Había señales que indicaban que los jugadores no estaban soportando el peso de la camiseta brasileña, el favoritismo, y la salida de Neymar también afectó. Se cometió el error de creer que el hexa estaba más cerca que nunca.