Si usted no tuvo la ocasión de ver en acción al ex delantero Alberto Federico Acosta, tómese su tiempo y busque en Youtube la mayoría de los goles (300 en total), que anotó el ex delantero de Universidad Católica y que fue uno de los protagonistas del evento "El día después", junto a Gabriel Batistuta, Sergio Vásquez y Ricardo Lunari, quienes abordarán cómo enfrentaron su vida después de dejar el fútbol.
En ese sentido, el Beto (56 años) da detalles del momento que decidió dejar el fútbol en la temporada 2003/2004 defendiendo la camiseta de San Lorenzo. También recuerda su paso por la UC, donde dejó grandes recuerdos cuando hacía dupla con Néstor Raúl Gorosito y, posteriormente, con David Bisconti.
¿Dicen que el futbolista vive el duelo del retiro dos veces, Alberto?
En esa etapa nuestra cuando nos retiramos, a veces, no teníamos tantas herramientas, como las que hay hoy para poder retirarse, más allá que uno dice que hay que prepararse para el retiro. Pero nunca dejás de ser futbolista. A la larga esta actividad, que es maravillosa, por más que te retires, en la cabeza de uno siempre sigues siendo un futbolista más, y sabiendo que cuando dejás el fútbol sos una persona muy joven. Algunos con 33, yo la pude dejar con 37 años.
Comienza otra vida...
Pero joven y es ahí, creo, que si no estás tan preparado. Y es así donde la desilusión es muy grande porque cualquier cosa que quieras hacer no es nada igual que jugar al futbol. Pero cada ex jugador tiene una historia diferente. Si tuviera que dar un consejo al respecto, es preparar al futbolista para lo que será su vida del fútbol.
¿Y usted cómo se preparó? ¿Cuál fue la clave?
Por eso digo que es diferente porque uno la tiene fácil cuando es futbolista. La mayoría. Te hacen todo. Al ser reconocido te hacen todo en el club. A pagar los impuestos. Por eso uno no está preparado para esas cosas. Por ahí uno la tiene más fácil porque es conocido. Pero no es fácil porque si no vas a seguir en el fútbol cuesta hacer las cosas. Unos la llevan muy bien y otros no. Uno se tiene que preparar con la familia, con los amigos que hay vida después del fútbol.
¿Usted siguió ligado al fútbol? Estuvo en San Lorenzo.
Estuve casi un año y medio, pero ya no pertenezco al staff del club.
Pudo ahorrar en su carrera.
Está en cada cual cómo maneja el día después. Es como todo trabajo. No es que uno está sentado en la casa haciendo nada. Uno tiene sus actividades que no necesariamente están ligadas al futbol. Yo me retiré y tuve una larga vida.
Pero usted se dio el gusto de volver a jugar. Y con su hijo.
Esa fue unas de las cosas maravillosas de poder jugar al fútbol. Yo con 41 y mi hijo con 18. Y tuve el placer de poder hacerlo con mi hijo Mikael. Uno después de dejar el fútbol disfruta mucho con la familia.
Ya es abuelo. Me imagino que se le cae el babero con Enzo.
Jajajá. El nieto de cambia todo. Es algo maravilloso y en algún momento iba a pasar. Estamos felices con el nene.
Hablaba de su familia. Me imagino que fue un gran sostén en su carrera.
Tengo tres hijos (Mikael, Sol y Milagros). Y en ese sentido pongo muy al lado a mi señora Roxana porque sin la familia o sin mi señora no hubiese logrado todo lo que conseguí. Uno pateaba una pelota, pero volvía a casa y sabíamos que había que estar bien con la familia. Mi hijo está ligado al fútbol y mis hijas a la medicina y la sicología. Estamos orgullosos. Esas son las cosas que quedan más allá de ganar trofeos o dinero. Con Roxana llevamos 33 años de casados. Nos conocemos desde muy chicos y nos casamos a los meses que llegué a Buenos Aires para jugar por San Lorenzo. Tenía 21 o 22 años. Normalmente los futbolistas tienen que tomar esa decisión para tener una carrera. Si estás solo es más complicado. Estando solo puedes comer mal y casado no. Así que estamos muy felices y ahora disfrutando con mi nieto.
"Fue un impacto escuchar la palabra cáncer"
Diez años antes que llegara su nieto, usted pasó por un momento complicado. Desde su misma experiencia, ¿cómo vivió esa etapa cuando le detectaron cáncer a la tiroides?
Fue un golpe. Nunca entré a un quirófano y por eso alargue la carrera. Está todo relacionado con dejar el fútbol, el estrés. Y puede pasar esas cosas. Al decírmelo el médico es un impacto muy grande. Ahí la familia y los amigos fueron fundamentales. Más allá de un tumor, tuve la suerte que no fuera tan grave. Fue impacto escuchar esa palabra (cáncer), que no quieres escuchar. Afortunadamente, estoy bien, con los cuidados normales, pero por suerte fue todo bien y sigo mi vida normal.
Sigue con su tratamiento
Me tomo las pastillas todos los días en la mañana y que reemplazan las glándulas, pero eso fue menos grave. Al final salió todo muy bien más allá de esa palabra que uno tiene tanto miedo. El consejo es hacerse chequeos todos los años. como están las cosas hoy. Lo más normal que nos demos un tiempito para hacernos un chequeo para estar más tranquilos y agarrarlos a tiempo.
"Me hubiera gustado jugar en un equipo grande, como Real Madrid o Barcelona"
¿Ha cambiado mucho el fútbol desde su época de jugador, Beto?
Creo que ha cambiado todo en la vida en general. Antes, a lo mejor, la vida nos llevaba a otra cosa. Ahora tienen más herramientas. Antes para saber de un resultado había que llamar por fono o escuchar o ver por la televisión. Ahora se sabe todo y de todo el mundo. Creo que por un lado está bien, el tema de las redes sociales, pero por otro lado les cuesta más manejarse en el camarín porque no hay jugadores grandes y hoy les cuesta más vivir el día a día.
Usted dónde se vería jugando en la actualidad. Porque frente al arco era letal.
Uff, es muy difícil. Donde estuve soy un agradecido por cómo me trataron. Si es para elegir y no ahora si no antes, me hubiera gustado jugar en un equipo grande, como Real Madrid, Barcelona. Fue un sueño que siempre uno tuvo y no lo pude concretar. pero siempre fui feliz donde jugué. Si fuera en Chile iría a la UC por el cariño. No me arrepiento para nada. Las decisiones que tomé fueron con la familia. Pero fui feliz donde estuve.
-Pero con los goles que marcó ahora quizás hubiera cumplido ese sueño de jugar en el Madrid o en el Barcelona.
Antes costaba más. Antes tenías que hacer 30 goles para irte o te miraban. Ahora con 5 o 6 goles vales 10 millones de dólares. Ahora es más fácil por el tema económico. En ese sentido, si hacía 10 goles me iba a un grande de Europa.
Antes tenías que hacer 30 goles para irte o te miraban. Ahora con 5 o 6 goles vales 10 millones de dólares
Ahora sería diferente traer a la liga chilena jugadores como usted, Pipo Gorosito, Marcelo Espina, Leo Rodríguez, por nombrar a algunos.
Todos jugadores de selección que ahora sería imposible que estuvieran en Chile. Leandro Martínez, Dybala o Julián Álvarez es imposible que jugaran en Sudamérica.
Usted hace poco contó que estuvo a punto de irse a River Plate. ¿Qué pasó?
Tuve la oportunidad de jugar por River Plate, pero por decisiones que, a veces, son muy personales no la tomé. Por lo que pasó con el "Mumito" (Raimundo Tupper) decidí quedarme en Católica. No me arrepiento de mis decisiones.
-¿Eso fue antes que se llevaran a Marcelo Salas? En esos tiempos tal vez no era difícil cambiar a un equipo archirrival. Le pregunto porque usted pasó por Boca.
Siendo ídolo de San Lorenzo me pasaron cosas por mi paso a Boca. En esa entonces tuve que remarla haciendo goles para que la gente cambiara de opinión. No hay dudas que cuando son reconocidos los jugadores cambiar para un archirrival es complicado. Es como si me hubiera ido a la U o a Colo Colo, cosa que también en algún momento me habían llamado estando fuera y dije que no porque el cariño por Católica era muy grande.
Me llamaron de la U y Colo pero dije que no porque el cariño por Católica era muy grande.
-¿De Colo Colo lo llamaron?
-Así es.
El banco que el Beto Acosta casi hace quebrar
¿Qué hizo con el premio por ser goleador del campeonato 1994? Era de un banco.
No sé si era una financiera, que se llamaba, creo Corfinsa. Eran mil dólares por gol. Tuve la suerte de hacer los 33 goles más los 12 goles de la Copa Chile. Fue debut y despedida ese premio porque no lo hicieron más. Les costó bastante. Tuve la suerte de compartirlo con todo el plantel y todos los que trabajaban en el club, como utileros y otras personas.
Sigue ligado al deporte, pero en otra disciplina...
Claro, juego golf. Es un deporte que realmente es un hobbies y muchos ex jugadores lo hacen. Uno trata de estar ligado al deporte. A mis 56 años, siempre está bueno salir a correr o caminar por tema de salud. Siempre sigo ligado al deporte.
¿Usted no quiso entrenador?
No depende de uno y como saben que no soy entrenador no me llaman, pero los caballeros cruzados me contactaron para tener ese don y es un orgullo. La gente de la Católica me tiene mucho cariño. La forma cómo te tratan. Con mucho respeto.
¿Qué lo sedujo venir a la UC?
La decisión la tomé sin saber mucho tampoco. Algo sabíamos, pero en esa época era difícil saber todo. Había jugado una final de Copa Libertadores, era un equipo ordenado. A veces el orden en un club es muy importante y es lo esencial, que la gente cumpla, y que uno solamente piensen en jugar y que te cumplan. Nosotros con Pipo (Gorosito) decíamos que Católica era una isla por cómo te trataron.
¿Cuál fue el defensa más duro que enfrentó en Chile?
Con Javier Margas fue con el que más me peleé y fui campeón en Católica. Era durísimo, pero muy leal. Hay que sacarse el sombrero.
Javier Margas fue el defensa más duro que enfrenté. Era durísimo, pero muy leal.
¿Y su mejor gol?
El mejor gol y que queda en la retina es el que le hago a la U en la Libertadores (1995). Y también el que le hice a Colo Colo cuando fuimos campeones.