Entrevista | Fue el refuerzo estrella de la U, vendió todo lo que tenía en la feria y sueña volver algún día

El delantero Mario Briceño relata los difíciles momentos que le ha tocado atravesar luego de dejar Universidad de Chile, lugar donde llegó como una inversión a futuro.

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En 2016 la dirigencia de Universidad de Chile, encabezada por Carlos Heller, quiso darle un giro al equipo con una inversión millonaria. Primero trajo como líder del proyecto a Sebastián Beccacece, y detrás de él, una gran cantidad de jugadores que rompieron el mercado de la época.

Uno de ellos fue Mario Briceño, jugador que tuvo una irrupción excepcional en Deportes La Serena a los 19 años, lo que atrajo las miradas de todos en el fútbol criollo. Sin embargo, la expedición no fue del todo positiva para el oriundo de la IV Región, una compleja adaptación nunca le permitió asentarse, llegando a tocar fondo y conociendo la cara más difícil del fútbol.

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En la actualidad, busca una nueva oportunidad en Unión San Felipe, donde este año, pese a llegar a mitad de temporada, lideró el ataque del equipo que estuvo muy cerca del ascenso. En conversación con En Cancha advierte que "mi meta este año es volver a Primera División y romperla, siento que tengo las herramientas necesarias para saltar al extranjero". 

¿Cómo recuerdas esa llegada a la Universidad de Chile?

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Yo hasta el día de hoy recuerdo ese día que me dijeron que tenia que tomar un avión desde La Serena para llegar a la U. Mi mente estaba clara futbolísticamente pero no procesaba lo que estaba pasando fuera de la cancha.

Yo ahora pienso, por qué no me tocó con esta madurez el desafío de vestir esa camiseta hermosa. Todavía pienso que no es tarde, pero en ese momento no estaba preparado, era muy joven.

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¿Sientes que te faltó apoyo en un desafío tan importante?

La responsabilidad de mi fracaso en la U es toda mía, yo creo que fue todo culpa mía. La U es un club grande en todo sentido, desde la infraestructura hasta su historia, con una hinchada que exige mucho pero que me motivaba. En ese sentido, siempre tuve apoyo, de los entrenadores con los que tocó estar, de jugadores como David Pizarro o Diego Rivarola que siempre me ayudaron, solo faltaba que yo estuviera claro con lo que me pasaba en la vida, y tener mayor madurez.

¿Te gustaría volver a tener la oportunidad de jugar por la U?

Soy un agradecido con lo que me tocó vivir, de jugar con esa camiseta que significa mucho para mí. Logré salir campeón, vivir cosas con las que soñaba, pero lo lindo del fútbol es que tiene revancha, y me ilusiona volver a un club grande, ya sea la misma U, o la UC o Colo Colo, me siento preparado para desafíos grandes.

¿Cómo fue el proceso después de salir de la U? 

Después de salir me tocó una travesía con altibajos. En Antofagasta aparecí en momentos importantes en una campaña que terminó con el equipo en Copa Sudamericana, en Barnechea también me fue bien y marqué harto.

En 2020 hice muchos goles con Ñublense, pero lamentablemente no estaba bien mentalmente, cometí errores, que no me dejaron poder tener mucha continuidad y volver a dar ese salto. El año pasado estuve en Rangers, y después quedé libre a comienzos de este año.

El complicado momento de exfigura de la U

En ese momento te tocó pasarla mal...

Ahí tuve que enfrentar la etapa más difícil de mi carrera. No encontré club, así que tuve que prepararme, iba a la playa a entrenarme y ponerme a punto físicamente. Al mismo tiempo tenía que juntar plata, porque se venía mi hijo, así que me la fui a buscar a la feria, hice de Uber, vendí todos los zapatos e indumentaria que tenía de cuando jugaba. Todo mientras entrenaba para no perder el training, ya que nunca pensé en rendirme y dejar de lado mi carrera.

¿Cómo se sintió esa espera por un club?

Me refugié en mi familia, mi pareja, mis padres, y mis suegros que siempre me ayudaron. También mis amigos del fútbol, que siempre tuvieron tiempo para estar ahí y aconsejarme.

Uno como jugador se acostumbra a un estilo de vida diferente en el sentido económico, entonces cuando llega fin de mes, y recibes un monto muy pequeño con relación a lo que estas acostumbrado, es difícil. Es algo que te impacta, pero qué quizás me endureció, ya que ahora conozco la cara más fea de todo esto.

¿Pensaste en rendirte y dejar el fútbol? 

En un momento pensé que la micro se me había pasado, pero Dios me ayudó a no bajar los brazos en las noches difíciles, donde lloraba pensando en todas las oportunidades que dejé pasar en mi carrera. Todo esto hasta que llegó la opción de firmar en San Felipe a mediados de este año, no tenía ni zapatos porque había vendido todo, pero viajé y llegué con la ilusión de comerme el mundo.

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